Según datos del Senda, el consumo diario de cigarrillos electrónicos se ha duplicado en un periodo de seis años, de 7,3% en 2014 al 15,3% en 2020. Ante esta tendencia y falta de regulación, han surgido desafíos para la salud pública y los derechos del consumidor tales como el contrabando, con importación, distribución y venta ilegal de productos, a menudo evitando canales legales y controles aduaneros.
Entendemos que el contrabando de vaporizadores en Chile es preocupante y complica la regulación de los cigarrillos electrónicos. Se fomenta la presencia de productos falsificados, facilita la comercialización de dispositivos de baja calidad, líquidos de vapeo riesgosos y posibles incumplimientos a normativas sanitarias.
Esta problemática afecta la integridad de la industria de cigarrillos electrónicos y vaporizadores e implica riesgos a la salud pública. Los productos de contrabando pueden carecer de estándares de calidad y seguridad y amenazan a los consumidores. El Instituto de Salud Pública Chilena identificó en 2022 la presencia de etanol, exceso de nicotina e impurezas en distintos vaporizadores, evidenciando la gravedad de la situación.
En Chile, la falta de regulación para cigarrillos electrónicos podría exacerbar con el contrabando, agravando la falta de control en el mercado. La ausencia de registros sanitarios para productos con nicotina aumenta el riesgo para los consumidores, al exponerlos a productos cuya calidad, seguridad y eficacia clínica no están demostradas.
En 2019, anticipándonos a esta situación, lanzamos el Programa Golden Shield. Utilizando tecnologías avanzadas y grandes conjuntos de datos, rastreamos productos ilícitos en ventas en línea y locales físicos, además de colaborar con plataformas de redes sociales, empresas de ecommerce y autoridades aduaneras para identificar y erradicar los productos de vapeo ilícitos del mercado.
Como líder en la industria, reafirmamos nuestra responsabilidad y compromiso con la lucha global contra productos ilícitos. Su erradicación es un imperativo legal y ético. Nos comprometemos a ofrecer productos con altos estándares de seguridad y calidad, fundamentales para nuestros consumidores y reputación.
Con esta estrategia, a la espera de la regulación en Chile, estamos decididos a colaborar con las autoridades y ser agentes activos del cambio, promoviendo la integridad y protegiendo la salud de los consumidores en el país.