La amplitud del Estrecho de Magallanes y los canales aledaños es un motivo para que las empresas navieras o acuícolas requieran explotar este bien natural para diferentes actividades comerciales. Pero, para potenciar esto, se requiere personal a cargo de las embarcaciones.

Como una manera de suplir la demanda de fuerza laboral especializada, el Centro de Capacitaciones “Prime Patagonia” ofrece cursos para ser tripulante de naves menores acreditados por Directemar de la Armada de Chile.

Los cursos: patrón de nave menor (capitán del buque), tripulante de cubierta de nave menor y tripulante de máquina de nave menor, tienen una duración de tres meses, para luego realizar la práctica profesional en alguna empresa local que la institución lo determine y, luego, rendir el examen de acreditación por parte de la Capitanía de Puerto.

Para matricularse, solo se requiere presentar la cédula de identidad, licencia de enseñanza media y certificado de antecedentes que no debe registrar anotaciones. Sin embargo, para los interesados en la carrera de tripulante de máquina de nave menor se debe incluir un certificado de capacitación en mecánica. 

La marina mercante es una actividad que es desarrollada por las naves que se dedican al comercio marítimo, ya sea transportado carga o labores especiales: remolcadores, buques de pasajeros y transbordadores. 

“La gente desconoce esta profesión. Trabajamos 30 días, descansamos 30 días. Los sueldos no son malos, son buenos. Hoy en día te permite hacer carrera, porque yo parto como tripulante de nave menor, pero al cabo de dos años puedo y estoy autorizado de hacer un curso de navegación“, explicó Carlos Severino, director de Capacitaciones Prime Patagonia, sede Punta Arenas.

Asimismo, sostiene que, en la actualidad cerca del 90% de la fuerza laboral que se desempeña en este rubro viene desde el norte del país y eso implica gastos para las compañías, como el costo del transporte aéreo, alojamiento y alimentación.

“La realidad local es que todas las empresas llegan a Magallanes y todas dicen lo mismo ‘no hay gente acá’. Creo que gente hay, lo que pasa es que los institutos formadores de estas personas no están en la región”, concluyó Severino.