Muchas personas, de diferentes edades y condiciones socio económicas, me han preguntado por qué me declaro un ferviente opositor a la actual administración de “este país, nuestro país”, como decía el reconocido comentarista político Germán Gamonal.
Y yo respondo, con el respeto y la firmeza de siempre, de la que hicimos gala y escuela durante más de quince años en el programa “Lo Bueno, Lo Malo, Lo Feo”, tanto con Vicente Karelovic, qepd., primero, y con el doctor Raúl Martínez, después, que no me pregunten a mí...
Entonces ¿“a quién”? Y mi respuesta es:
Pregunte a la dueña de casa que ha visto cómo los precios de los alimentos han subido una enormidad… y que la inflación está controlada, aunque el kilito de pan esté cerca de los tres lucas.
Pregunte a los adultos mayores y a los jubilados, que son víctimas de una cacareada “reforma previsional” mal diseñada y peor planteada.
Pregunte a todos quienes han sufrido aquí en Magallanes y con mayor dolor y angustia en el norte de nuestra Patria, los embates de la delincuencia tradicional, del crimen organizado, de los sicarios, del narcotráfico o de la narco guerrilla de grupos que se dicen mapuches.
No me pregunte a mí por qué rechazo este gobierno nefasto sino a los transportistas y a todos quienes son automovilistas por razones de trabajo o porque necesitan llevar a sus hijos a escuelas y colegios.
No me pregunte a mí sino que a los cesantes de la construcción, a las esforzadas mujeres que han visto como las faenas se acortan por falta de materia prima para procesar.
No me pregunte a mí, sino a quienes esperan el pago del 4 por ciento, de la condonación del CAE, de la deuda histórica de los profesores y a todos quienes estamos cansados de tanta mentira, voltereta, cambio de opinión, de tanta ineptitud, de tanto robo a través de “Fundaciones”, sin excluir a los corruptos de la vereda del frente o a las internacionales que negociaron el oxígeno en plena pandemia.
No me pregunte a mí, pregunte a las viudas y a los hijos y familiares y camaradas de los Carabineros asesinados en Cañete, en Santiago, ayer, hace unos días y esperemos que no haya más, pero es difícil porque el crimen organizado ya está aquí y más de un fiscal corrupto lo ayudó.
Esa es la respuesta que doy cuando me preguntan por qué rechazo esta forma de mal gobernar nuestro amado Chile y nuestra amada región….Y por eso reitero: no me pregunte a mí… ubique a los responsables de tanto desaguisado, estén donde estén, sean rojos, azules, verdes o amarillos o parezcan coloridos papagayos y empiece a sancionarlos desde ya porque en octubre podrá castigarlos, con tutti, negándoles su voto.