17 de julio de 2024
El tiempo - Tutiempo.net

Avenida España #959
61 2 292900

Súmate a nuestras redes sociales

Ediciones Anteriores

Buscador de noticias

RECIBE GRATIS

Diario El Pingüino todos los días donde quieras.
Lo último de nuestras redes sociales
Columna

Diputado Vlado Mirosevic y la Ley de Eutanasia en Chile

opinion
14/07/2024 a las 15:39
Pablo Oyarzo
878

Benjamín Escobedo, Teólogo e Investigador de Historia

El diputado del Partido Liberal, el señor Vlado Mirosevic, cuya persona resulta responsable del primer proyecto de ley sobre eutanasia presentado en el año 2014, se refirió en los últimos días al anuncio del Gobierno de darle suma urgencia a esta iniciativa que actualmente se tramita en el Senado. Ante lo señalado, existen muchas voces en nuestro país que obstaculizan el desarrollo de la propuesta inscrita, más aún, olvidan la profunda naturaleza humanitaria de esta ley, ya que otorga a las personas el derecho a elegir sobre el final de sus vidas cuando hay un diagnóstico médico de por medio. Entonces, intentar boicotear el proceso resulta un absurdo, insolente y agudo desequilibrio de la razón, uno que por estos días parece abundar en fanáticos, dogmáticos e intolerantes de la democracia.

Primero, actualmente la ley aprobada en la Cámara establece dos causales: por un lado, la enfermedad terminal y enfermedades que producen un sufrimiento intolerable. Además, se fija requisitos como estar en la mayoría de edad y en pleno uso de facultades mentales (certificado por dos médicos), y que sea una decisión personal sin presiones externas. También se permite dejar instrucciones previas en caso de perder la conciencia. Cabe señalar que se descartan las enfermedades de salud mental. Ante esto, dicho sea de paso, el diputado Mirosevic expresó en la radio Universo que los cuidados paliativos buscan disminuir el sufrimiento cuando no hay esperanza de recuperación. Por el contrario, la denominada eutanasia se suscita cuando el paciente solicita libremente que se le asista para fallecer, ello a través de un procedimiento realizado directamente por un profesional (médico). El suicidio asistido es similar, pero con una participación más indirecta del médico. Para el diputado en cuestión, probablemente la ley sería aprobada antes de que termine el presente gobierno, esto gracias al apoyo del mandatario Boric y la significativa mayoría obtenida en la Cámara de Diputados.

Segundo, el diputado Vlado Mirosevic anunció la tarde del reciente lunes que iniciará acciones legales en contra de Javier Soto, autodenominado como “Pastor Soto”, luego de acusarlo públicamente de amenazas de muerte por promover el proyecto de ley de eutanasia y las directrices que todo esto conlleva. El legislador del Partido Liberal enfatizó que “el fanatismo y el odio son peligrosos y no deben quedar en la impunidad. Como diputado tengo todo el derecho (y el deber) de seguir impulsando la ley de eutanasia sin temor alguno”. No obstante, es conocido que el carácter y dogmatismo del “iluminado Soto” resultan ser el anatema (maldición) de un sector del cristianismo nacional, ese que hospeda fundamentalismo, literalismo y religiosidad al estilo medieval, dicho de otra manera, una cosmovisión ética que se mantiene como mirando al invisible en calidad de argumento único, una visión muy teológica (religiosa) con espacios de ausencia en lo que respecta a la razón y decisión personal, esa que erige sobre la base del proyecto titulado “ley de eutanasia”. Tal vez, estamos en presencia de un conflicto que debiese ser resuelto con filosofía política, o sea, poder proponer una teoría de justicia que sea garante de horizontalidad para toda la ciudadanía, que no sea el “gustito” de unos pocos, pero tampoco el rechazo a rajatabla de aquellas almas temblorosas que ven en estos esfuerzos una especie de incitación a la muerte, lo que claramente es una bazofia conceptual.

Tercero, si consideramos la problemática en curso, las preguntas e interpelaciones no tardan en asomar frente a la discusión pública, donde muchas de estas tensionan la fe, religión, ética, bioética y política adyacente a nuestro país. Por ejemplo ¿Es saludable dilatar un proyecto de eutanasia considerando el aumento superlativo de cáncer en la población mundial? ¿Cómo dialogar con una parte de la religión cristiana si a momentos un segmento de esta cree que los países deben ser gobernados por la Biblia? ¿Habrá olvidado el “Pastor Soto” que vivimos en un Estado Laico? ¿Es Chile un país conservador o liberal? ¿Estará el liberalismo político a la altura de las premisas que lo sustentan, o sea, mantenerse liberal en lo económico como también en lo moral, o una vez más mostrará una pobre “hilacha” de esbozos que resultan enraizados en la religión sin respetar la decisión personal de un individuo? ¿Realmente existe un “peligro” en el hecho de aprobar y hacer ley la eutanasia en nuestro país? ¿Falta diálogo, equilibrio y quiebre de polarización en materia de deliberación política sobre el territorio nacional? En síntesis, el conflicto entre el dogmático “Pastor Soto” y el diputado Vlado Mirosevic abre espacios a la relectura de lo público, de lo ético, de esa capacidad y derecho a decidir frente a una enfermedad, donde los valores religiosos resulten una propuesta de libre acogida, no el termómetro por donde debiesen pasar las decisiones en materia de muerte, esa muerte que gime por amor, compasión y respeto personal.

Pingüino Multimedia entrega este espacio a su público para la expresión personal de opiniones y comentarios, apelando al respeto entre los usuarios y desligándose por completo del contenido de los comentarios emitidos.

Comentarios


Publicidad