Daniela Miranda había quedado de ir a comer con una prima, el jueves. No hizo nada extraño: estacionó frente al terminal de Buses Fernández, en Punta Arenas, estuvo con su prima, la fue a dejar a su trabajo y luego, con su hermana, se fueron a la casa. “Nos fuimos a mi casa y al momento de subir, vi que el espejo estaba doblado. No nos percatamos en ese momento del choque, solo del espejo. Lo arregló, nos fuimos a la casa y al momento de bajarse, le digo a mi hermana que me chocaron”, relató.

Le contó a su pololo y él se comprometió a ayudar, así que le pidió los registros de las cámaras de seguridad a la empresa Buses Fernández. Los consiguió y vio que era una camioneta marca Toyota, modelo Hilux, la que retrocedió e intencionalmente le rompió el espejo y le abolló la puerta del copiloto antes de huir.

Colgaron el registro en redes sociales, pidiendo encontrar al autor para que se responsabilizara por los daños. “El día viernes, al mediodía, lo comunican a mi pareja y le dicen que la camioneta estaba en el Líder. Él fue para allá, lo esperó y lo encaró. Quería acompañarlo, pero no me quiso exponer. Teníamos dudas, porque era muy extraño, pero lo supimos: quedé mal, ya son más de dos años de que esta persona me acosa, me hostiga y ésta fue una prueba de que me sigue molestando, no sé cuáles son sus límites”, contó la afectada.

Funcionaria hace 14 años de la municipalidad de Primavera, en el último tiempo ha sido objeto incluso de amenazas de muerte por parte del concejal Carlos Hurtado, hoy candidato a alcalde.

Todo surgió cuando él asumió. En principio, tenían diálogos laborales, hasta que él (casado, con hijos) empezó a hacerle observaciones más insinuantes. “Decidí cortar la relación con él y me amenazó de palabra: que a él nadie le decía que no y que si yo cambiaba de número, correo, lo que sea, me iba a encontrar y me iba a hacer la vida imposible”, recordó Daniela.

Bloqueó el teléfono y sus redes sociales. No sirvió. Comenzó a recibir mensajes anónimos de contenido “despectivo, con insinuaciones sexuales, palabras violentas, amenazas”, siguió ella.

Fue denunciado a la Policía de Investigaciones, pero el caso se archivó. En diciembre de 2023, Hurtado y su familia la amenazaron de muerte en un evento municipal. Carabineros lo detuvo. Cuando Daniela informó a su empleador, “me dijeron que no hiciera nada porque no me iban a creer, que había intereses políticos. Me sentí súper expuesta, desprotegida”.

En la Mutual de Seguridad le diagnosticaron enfermedad profesional. El lunes vuelve al trabajo. De por medio, hay una demanda laboral por daño moral. “Ayer fui a denunciarlo a Carabineros por los daños. El lunes voy a ir a Fiscalía, Contraloría, ENAP (donde él trabaja), fui a Sernameg, me dieron el apoyo, van a oficiar al municipio, que saben que ocurre”, concluyó.