Si hay algo que no cabe duda es que el Crédito con Aval del Estado es un sistema que ya no se sostiene. 10 años de discusión en el parlamento y mientras tanto son miles de compatriotas que siguen endeudados y esperando que la política resuelva un problema país.
Recientemente, el Presidente Gabriel Boric anunciaba que ingresaríamos el proyecto al parlamento para ser discutido y consensuado, esperando que en un corto plazo podamos terminar con este problema, que, para muchos, se ha transformado en un calvario de años y que exige buscar la superación del actual modelo.
El desafío no es menor, el sistema político se pone se pone a prueba y debe dar respuestas. Desde el Gobierno proponemos reemplazar el actual instrumento por una nueva política de financiamiento público para la educación superior, dejando fuera a la banca y alejando sus costos asociados al pago de intereses y que genere mayor recuperación de los recursos invertidos en los estudios universitarios.
Toda la sociedad en su conjunto se ha visto de una u otra manera enfrentada por el agobio de tener que pagar mes a mes las deudas del CAE, o lisa y llanamente, verse sobrepasado y no poder cubrirlo. No conozco a nadie que no lo haya vivido de forma personal o tenga algún familiar, amigo, vecino o cercano por el que haya o esté atravesando esta compleja realidad.
Buscamos ofrecer un alivio real para los deudores y sus familias, con responsabilidad en el gasto fiscal y caminar decididamente a un nuevo financiamiento para la educación superior, que sea justo, eficiente y sostenible.
Un pequeño dato para aportar al debate: Hoy hay más de 1.6 millones de chilenas y chilenos endeudadas por estudiar, ya sea por CAE, fondo solidario o CORFO; y de este universo, el 75% son por el CAE.
Además, si no fuera poco el agobio personal, para el Estado significa un costo irrecuperable que representa un 23% de lo que invertimos en educación suprior que va directamente a los bancos.
Nuestro proyecto incluye un plan de reorganización y condonación de las deudas educativas que beneficiará a todas las personas deudoras según la realidad de cada una de ellas. Pero también reconocemos a quienes con esfuerzo han pagado y mantienen sus cuotas al día.
Tenemos un compromiso por avanzar hacia el bienestar de nuestros compatriotas, haciendo de Chile un país más justo y donde la educación juega un valor central en nuestro futuro. Como Gobierno estamos cumpliendo un compromiso con profunda convicción y esperamos que no caiga en pequeñeces dentro de la discusión que no permita su avance.
Una vez más, debemos exigirnos en esta prueba y esperamos que todos estemos a la altura de las circunstancias. Que no quede tarea para la casa.