Hasta el cierre de la edición del domingo, el consejero regional que entraba por Chile Vamos era el presidente regional de la Confederación de la Producción y del Comercio, CPC Magallanes, Salvador Harambour. Pero con el pasar de las horas y la rectificación de las mesas y los locales, fue finalmente el exdirector del Fondo de Solidaridad e Inversión Social (Fosis), Nano Soto Muñoz el consejero definitivo. En conversación con El Pingüino, relató:
“Fue todo muy confuso. En el proceso mismo, fui a acompañar la apertura de los votos de gobernadores. Yo en todo momento apoyé la candidatura de Pepe Barría. Fui a acompañarlo a él con algunos conocidos y fue una situación extraña, porque no le fue bien. Uno esperaba mucho más, lo vi trabajar tanto, moverse, viajaba a Tierra del Fuego, a Williams, a Natales. Ves que hay una persona activa en la campaña, que visitaba empresas, se juntaba con grupos; ahora, para ser primera vez que se presenta, está bueno lo que sacó para medirse. Pero siempre uno quiere ganar. Alguien que dice que le da lo mismo, le cuesta creer. Todos nos presentamos a ganar y a jugar a ganador”.
Los resultados de los consejeros fueron casi los últimos. Esa situación lo tenía ansioso: escuchaba la radio, veía la televisión, hacía zapping, “pero llega un momento en que no escuchas tu nombre hasta después y eso te calma. Cuando veíamos las mesas escrutadas, eran 900 y no me gustaba. De a poco fue subiendo y se produjo el conflicto de entender: eran las 00:00, me llama alguien de Tierra del Fuego para felicitarme porque era ganador. Lamentablemente, la página del Servel estaba caída. Una amiga me dice que Emol me puso como ganador anoche. Le dije que lo que transmitían los canales regionales, no quedaría, porque todos daban por ganador a Salvador Harambour, que por cierto, encuentro que tuvo una votación maravillosa”, recordó.
Veía su nombre por debajo de los independientes, como buscando la mayoría simple. Pero el sistema electoral nacional tiene otra lógica: la de beneficiar a los colectivos por sobre los nombres, y las listas por sobre los solitarios. De pronto, hubo un llamado: “me llama Juan José Srdanovic y él me explicó cómo se desglosaba: que los independientes son castigados. Ahí entendí, pero me fui a acostar con la duda, pero autoconvencido que no había quedado, después diciéndome que quedé. Y así hasta que lo vi en televisión”.
“Me han llamado los cercanos, los que estuvieron conmigo, ¿pero del partido? No me ha llamado nadie. Es más, en la mañana me comuniqué con el secretario por una consulta técnica, pero no me ha llamado nadie (...) No sabía qué posición iba a tener Salvador, porque todos tienen que reclamar y pensé que iba a hablar por medio del partido. Fue una decisión mía asumir que había ganado: para el Servel, para El Mercurio, para Emol yo era ganador, no para los medios de comunicación de Punta Arenas”, cerró.