La justicia está siendo cada vez más dura en contra de las personas que cometen el delito de desacato, por hechos relacionados con violencia intrafamiliar.
Durante las últimas semanas varias personas han sido enviadas a la cárcel por incumplir las cautelares que les son dictadas. Uno de estos casos ocurrió ayer, con un individuo que había sido formalizado en noviembre del año pasado, luego de amenazar y agredir a su ahora expareja, hechos por los cuales había quedado con cautelares de prohibición de acercarse a la víctima y también al domicilio de ésta.
Aquello lo incumplió, porque de acuerdo con lo narrado por la fiscal Johana Irribarra, el sujeto cometió el delito de desacato y amenaza, comunicándole en la formalización de cargos que se iniciaba una investigación en su contra, por los siguientes hechos: “Aproximadamente a las 00:30 horas el imputado concurre al domicilio de calle Mariano Egaña, donde se encontraba la víctima, su expareja, a quien procedió a amenazar de muerte, para posteriormente retirarse del lugar. El imputado mantenía una prohibición de acercarse a la víctima y al domicilio por una causa del año 2024, resuelta en la audiencia de noviembre, notificada personalmente al imputado”.
Por ello, la calificación jurídica de los hechos es de amenazas simples y desacato en contexto VIF, en donde al imputado le cabe calidad de autor.
La fiscal solicitó que al imputado se le aplique la cautelar de prisión preventiva, argumentando que su libertad constituye en un peligro para la seguridad de la víctima, la cual arroja una pauta de riesgo alto. La decisión fue su envío a la cárcel y el acuerdo para fijar 60 días para el cierre de la investigación.