Su profunda preocupación expresó ayer la Cámara de Turismo Austro Chile, frente al estado actual del proceso de cierre y futura reapertura del Museo Regional de Magallanes (MRM), tras lo abordado en la reunión sostenida el pasado 24 de enero con representantes del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural (Serpat), autoridades del museo y otros actores clave.
Desde el año pasado
La entidad recordó que el cierre del museo obedece a la necesidad de realizar una mantención integral de su infraestructura y la reubicación temporal de sus 65 mil piezas en un lugar que cumpla con las condiciones necesarias para depositar las colecciones. Sin embargo, las complejidades técnicas y los recortes presupuestarios desde el nivel central han retrasado considerablemente el avance del proyecto.
Preocupación
La entidad gremial detalló cinco puntos que les preocupan especialmente en relación a este proceso:
-Falta de claridad en los pasos a seguir y en la proyección de las obras por parte de Serpat.
- Limitado presupuesto disponible para abordar los altos costos asociados, que sólo para la habilitación del depósito de colecciones ascienden a $1.500 millones aproximadamente.
- Débil gestión del proyecto, que evidencia la ausencia de un manejo integral de costos y recursos necesarios.
-Poca coordinación con los gremios turísticos regionales y limitada implicación de Sernatur regional en el proceso.
Claudia Torres, gerente de AustroChile, expresó: “Debo transmitir nuestra total impresión frente al desconocimiento de los pasos a seguir y la falta de proyección de las obras por parte de Serpat. Aunque la directora del museo tiene claridad sobre el tema, éste depende del Gobierno y los recortes presupuestarios han complicado liberar los fondos necesarios. Solo para habilitar el depósito se requieren $1.500 millones, y no veo viable que el Estado asigne esa suma para un solo servicio. Esto requiere la gestión de recursos a través del Gobierno Regional o incluso una alianza público-privada. Es evidente que se lanzaron a un proyecto de gran envergadura sin considerar los costos reales, y la situación se les ha escapado de las manos”.