La provincia argentina de Tierra del Fuego anunció que no será sede de los XXXII Juegos Binacionales de la Araucanía, previstos inicialmente del 13 al 19 de octubre y que contaban con la participación de más de 2.800 deportistas.
El evento, considerado el más importante del cono sur en el ámbito deportivo juvenil, reúne cada año a representantes de las seis provincias patagónicas argentinas y siete regiones del sur de Chile. Con más de tres décadas de historia, su continuidad y crecimiento lo han convertido en un espacio fundamental para el desarrollo del deporte en la región.
La cancelación responde a los problemas económicos que atraviesa la provincia, agudizados por la falta de transferencias de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) por parte del Gobierno nacional, encabezado por Javier Milei. Desde el Ejecutivo fueguino advirtieron que esa situación, que afecta directamente a los recursos coparticipables que por ley corresponden a las provincias, imposibilita la organización de un evento de tal magnitud.
“Frente a las dificultades financieras actuales y la reducción del apoyo nacional a través de los ATN, que afectó la posibilidad de organizar un evento de esta magnitud, la provincia ha decidido no ser sede de los Juegos”, informó oficialmente el Gobierno de Tierra del Fuego.
A pesar de este contratiempo, las autoridades provinciales confirmaron que más de 200 jóvenes fueguinos participarán igualmente en los Juegos Binacionales, siempre que otra provincia asuma la organización del evento. “Reafirmamos nuestro compromiso con el desarrollo del deporte juvenil y el intercambio con las regiones del sur de Chile y la Patagonia argentina”, señalaron.
Hasta el momento, no se ha confirmado si otra provincia tomará la posta para evitar que más de dos mil ochocientos atletas queden sin la posibilidad de competir, luego de varios meses de intensa preparación.
La noticia, que se conoció en las últimas horas, marca un punto crítico en la historia de este tradicional certamen que une a regiones del sur desde hace más de tres décadas. “Esta situación es muy dura. Llevamos más de un año de trabajo serio y planificado, y ahora nos enfrentamos a una emergencia presupuestaria que amenaza con desmoronar todo”, expresó con visible preocupación Matías Runin, secretario de Deportes de Tierra del Fuego argentino. Aunque la provincia no puede afrontar los costos que superan los mil millones de pesos, Runin aseguró que “el compromiso con los deportistas sigue intacto. Vamos a garantizar que nuestra delegación esté presente, sea cual sea la sede”.
Desde la Secretaría de Deportes fueguina se remarcó que no puede ser que un evento deportivo de esta envergadura, con más de 30 años de historia y con un impacto directo en el desarrollo de jóvenes atletas, se cancele por falta de recursos. “Estamos hablando de un certamen que trasciende lo competitivo: es integración, identidad regional, formación y futuro. No podemos permitir que se pierda por completo”, añadieron desde el organismo.
Impacto regional inmediato
La cancelación no solo afecta a Tierra del Fuego. Al menos tres regiones chilenas ya habían adquirido pasajes con destino al evento, lo que agrava el escenario logístico y financiero. “Los recursos son escasos y esta cancelación nos perjudica directamente”, señalaron representantes de delegaciones chilenas, visiblemente molestos.
Desde Chile, el director regional del Instituto Nacional de Deportes (IND) de Magallanes, Héctor Sérka, calificó la situación como “sin precedentes en los más de 30 años de historia del certamen”.
El director del IND aseguró que las autoridades deportivas de ambos países están trabajando contrarreloj para encontrar una solución que preserve el carácter binacional del evento. “Nos mantenemos en coordinación con el nivel central y reafirmamos nuestro compromiso con la participación de nuestra delegación”, afirmó.
Durante esta semana, autoridades deportivas fueguinas participarán de reuniones decisivas en Buenos Aires con representantes del ente patagónico y del comité organizador. El objetivo: evitar que los Juegos de La Araucanía 2025 se conviertan en una víctima más de la crisis económica.