La rápida respuesta de los servicios de urgencia de Punta Arenas, los equipos del Hospital Clínico Magallanes, su edad y un milagro (para los creyentes), fueron los factores que le salvaron la vida al estudiante acuchillado en el corazón por otro liceano a las afueras del liceo Pedro Pablo Lemaitre.
El estudiante abandonó el Hospital Clínico de Magallanes en poco más de dos semanas y los profesionales quedaron sorprendidos por su rápida recuperación. De hecho, una semana después de recibir el ataque, el joven respiraba por sus medios, había abandonado la UCI y daba sus primeros pasos.
Quien se pronunció sobre la atención en el principal recinto de salud de la Región de Magallanes y Antártica Chilena, fue su padre quien confirmó que “la evolución de mi hijo ha sido bastante favorable. Gracias a su edad y condición física se ha recuperado rápido: ya camina bien, respira con normalidad y sólo se mantiene con controles de rutina”.
Asimismo, destacó la importancia de la reacción inmediata que permitió salvarle la vida: “Fue un procedimiento urgente, rápido y expedito, porque si se hubiera demorado un par de minutos más, la situación hubiera sido distinta. Hoy podemos decir que mi hijo está con vida gracias a esa reacción inmediata”.
Finalmente, entregó sus agradecimientos hacia quienes acompañaron a la familia en este proceso: “Queremos agradecer a la Unidad de Emergencia Hospitalaria, al SAMU, a los equipos de pabellón, UTI y UCI del hospital, a Carabineros de Chile, al SLEP y la Seremi de Educación, a la Agrupación de Víctimas de la Fiscalía, a la comunidad educativa y a todas las personas que nos entregaron palabras de aliento, oración y apoyo en este difícil proceso”, sentenció.