Que padres y apoderados adopten un rol de protagonismo al momento de involucrarse con sus hijos, es la principal recomendación que entrega la sicológa clínica, Paulina Toro Pérez. Su experiencia la ha llevado a reflexionar que los adultos se excusan de no entregar tiempo suficiente al diálogo con los menores debido a la exigencia en sus cargas laborales; sin embargo, un ejemplo contrario practica a diario con uno de sus pequeños, que cursa en primer año básico.
En esta misma línea, sugiere mantener una constante conversación con ellos, afirmando que “si tú logras desarrollar un buen vínculo con tu hijo a lo largo del tiempo, no vas a necesitar cuatro horas para que él te diga cómo se siente, vas a necesitar cinco minutos. Y cinco minutos mientras él habla y cinco minutos en que tú le hables probablemente va a ser muchísimo más útil que sentarse uno al lado del otro a ver un capítulo de una serie o a estar cada uno jugando en su celular, porque tiempo hay”.
Esta desconexión entre padres e hijos incita a los menores a buscar contención y respuestas fuera del hogar, repitiendo patrones ajenos de los que están en sus casa para hacerlos propios, e imitando costumbres y comportamientos de otros para buscar aceptación en la sociedad.
La prevención ante todo
Es por esto que la profesional sostiene que la prevención es un mecanismo de anticiparse a hechos de mayor gravedad en sus círculos de simpatía y también al interior de los establecimientos educativos para lograr tener esa habilidad de anticiparnos a los escenarios en los que van a estar los hijos expuestos, a la sociedad en la que les tocó nacer y al tipo de dinámicas relacionales que tienen en los colegios.
“Tengo que leer los contextos y ante eso me tengo que anticipar. ¿Cómo me anticipo? Yendo a la reunión de apoderados, sabiendo cómo es la dinámica, involucrándome, de una u otra manera. Y eso va a hacer que pueda tener conversaciones con ellos que me permita desarrollar y potenciar habilidades que a la hora de tomar decisiones a ellos les favorezcan”, afirmó.
Contención a estudiantes víctimas de “bullyng”
Hace unos días, como medio de comunicación recibimos la denuncia de un apoderado que decidió hacer pública la falta de contención recibida por parte de un colegio magallánico, luego que un estudiante de segundo ciclo básico recibiera al interior del establecimiento una serie de agresiones por parte de algunos de sus compañeros.
Ante este tipo de situaciones, plantea a las familias conseguir un apoyo integral, haciendo una fuerte crítica al sistema educativo: “Al final, el colegio es un lugar de cierta manera que uno, en un acto de confianza, entrega un hijo, y tú te imaginas que va a ser formado, que va a ser educado, no que va a ser agredido, o sea, que va a ser garante de los derechos de tu hijo tanto como tú lo eres en la casa. Entonces, ahí es necesario que todos reciban apoyo”.
Finalmente, plantea a las familias invertir en salud mental, afirmando que “el tema es ver que se ese costo que uno paga, por ejemplo, por atención sicológica, no es un gasto, es una inversión.