Bárbara Hernández es la mujer chilena con más Récord Guinness. Hoy la asociación internacional reconoció la última hazaña de la nadadora extrema en Puerto Natales. Se trata de la máxima distancia nadada por una mujer en el mundo en temperaturas bajo los 5º Celsius.
La “Sirena de Hielo” lo logró este sábado 30 de agosto cuando nadó 3,84 kilómetros en el Canal Señoret en Puerto Natales, enfrentando la temperatura más baja registrada en este tipo de desafíos: 4,5ºC en el agua y 0ºC en el ambiente.
Sin traje de neopreno ni grasas aislantes, y fiel a su estilo de nadadora de aguas extremas, Bárbara completó la hazaña en 1 hora, 6 minutos y 15 segundos, superando en distancia y tiempo a la actual marca mundial femenina, establecida en Polonia en marzo pasado. Este nuevo desafío llega apenas un mes después de su histórico doble cruce del Canal de la Mancha, donde nadó más de 27 horas continuas.
El nado comenzó a las 08:44 de la mañana. A los pocos minutos, la temperatura corporal de Bárbara comenzó a descender peligrosamente. Al salir del agua, presentó hipotermia con sólo 31ºC de temperatura, mientras que la sensación térmica durante la travesía fue de –3º Celsius.
“Fue uno de los nados más duros de mi vida. No recuerdo la parte final por la hipotermia; sabía que si me detenía podía perder la conciencia. Pero no podía rendirme”, expresó al concluir la prueba. Pese a la dureza del desafío, Bárbara agradeció el apoyo del equipo médico y logístico: “Lo logramos gracias a cada persona que estuvo en tierra, en el agua y alentando desde el inicio hasta el final. Este nado es de todos”.
Protocolo de seguridad y recuperación médica
El cardiólogo Nicolás Bunster y la enfermera Camila Carvajal lideraron el protocolo médico con monitoreo minuto a minuto de temperatura y funciones vitales.
Su recuperación se dio en dos tiempos, la primera etapa en la carpa de recuperación (inmediatamente posterior al nado) tomó 1 hora y 40 minutos y se enfocó principalmente en monitorización estricta de parámetros vitales y recalentamiento mediante métodos no invasivos guiados por temperatura central, mientras que la segunda etapa, que se prolongó por un par de horas más buscó la consolidación de la normotermia.
“Para medir la temperatura contamos con un sistema de monitorización de temperatura central que mide cada minuto a través de una cápsula, que la nadadora traga 1 hora antes de iniciar el nado y se mantiene en el tubo digestivo emitiendo la señal de la temperatura central”, explica el cardiólogo.
Esta herramienta permite entender con mayor claridad los procesos fisiológicos que están sucediendo en tiempo real y, de acuerdo con eso, realizar ajustes precisos durante el proceso de recalentamiento para evitar maniobras invasivas para la medición y recuperación de temperatura. Además, contaron con monitorización de parámetros electrocardiográficos y hemodinámicos continuos en la etapa de recuperación.
El equipo agradeció a la Armada de Chile (Capitanía de Puerto de Natales), Ejército de Chile (Regimiento N°5 Lanceros), EPA Austral (Empresa Portuaria Austral), y a cada uno de los auspiciadores que se hicieron parte de este desafío.