La Iglesia Católica de Magallanes se unió ayer a un acontecimiento histórico para la fe universal: la canonización de San Carlo Acutis, el primer santo de la era digital. Este joven laico italiano, fallecido a los 15 años, fue elevado a los altares por el Papa León XIV en una ceremonia solemne en Roma, un evento que tuvo su eco y su propia conmemoración en la comunidad de Punta Arenas.
El fervor local se centró en la Capilla San Francisco de Asís, ubicada en la calle Vicente Kusanovic N°834, en la población Carlos Ibáñez. Allí, una gran cantidad de feligreses se congregó para la presentación oficial y permanente de una reliquia del nuevo santo.
Un santo cercano, un signo de esperanza
La canonización de Acutis no es un suceso ordinario. Su vida, corta pero profundamente marcada por su fe y su devoción a la eucaristía, es un faro para las nuevas generaciones. El joven utilizó sus habilidades con la informática para evangelizar, creando un sitio web para documentar milagros eucarísticos y apariciones marianas.
En la eucaristía se destacó la cercanía que Carlo Acutis genera entre los fieles. “Pocas veces se ve que alguien que va a ser declarado santo genere tanta expectación en todo el mundo. Quizás porque murió hace poco, porque era muy joven, o porque pertenece a nuestro tiempo. Eso lo vuelve cercano, alguien que podría ser un hijo, un sobrino o un nieto”, se expresó.
La reliquia: un puente con el santo que se queda en Magallanes
El fervor en torno a San Carlo Acutis en la región no es reciente. En enero, la diócesis había recibido una reliquia itinerante que, en su paso por Punta Arenas, despertó una devoción tan inmensa que un grupo de laicos, liderado por el diácono, viajó a Asís (Italia) para gestionar una reliquia que pudiera quedarse de forma permanente.
La reliquia, registrada con el número 2209, corresponde a un fragmento de segunda categoría (un objeto que estuvo en contacto directo con el santo). Fue entregada a la diócesis tras un viaje a Italia y, a partir de ayer, se convierte en un tesoro espiritual para la comunidad magallánica, un recordatorio tangible de la presencia de este joven santo en sus vidas.
La celebración de hoy, presidida por el obispo Óscar Blanco, comenzó a las 20 horas. Durante la ceremonia, la reliquia fue instalada en un relicario especial y se descubrió un retrato de Acutis, traído desde Italia y similar a las imágenes que se cuelgan en la Plaza de San Pedro durante las canonizaciones. Posteriormente, se definirá el lugar definitivo donde quedará expuesta para facilitar el acceso de los fieles.
La comunidad de la capilla, inspirada por Acutis, ya se reunía cada 12 de mes, día de su fallecimiento, para conmemorar su “pascua”. Ahora, con la custodia de su reliquia, esta devoción se verá fortalecida. El diácono Eduardo Castillo concluyó que la presencia de la reliquia en Magallanes es un signo de esperanza: “Queremos que sea un signo para los jóvenes, que descubran que la santidad se puede vivir en lo cotidiano. Su testimonio, sencillo y cercano, es una invitación a vivir la fe con alegría y con las herramientas de nuestro tiempo”, se indicó.
¿Quién es Carlo Acutis?
Carlo Acutis nació el 3 de mayo de 1991 en Londres, Reino Unido, en una familia italiana que luego se trasladó a Milán. Aunque sus padres no eran especialmente religiosos, Carlo desde muy pequeño mostró una profunda devoción por la fe católica. A los 7 años, hizo su Primera Comunión y desde entonces asistía a misa diaria, rezaba el rosario y practicaba la adoración eucarística.
Pasiones juveniles
Carlo era un adolescente como cualquier otro: le gustaban los videojuegos, el fútbol, los animales, la Nutella y los helados. Pero también tenía una pasión especial por la informática. Aprendió programación de forma autodidacta y creó un sitio web que documenta más de 100 milagros eucarísticos reconocidos por la Iglesia, disponible en varios idiomas.
Compromiso con los demás
Además de su vida espiritual, Carlo se dedicaba a ayudar a los pobres, defender a compañeros con discapacidad y colaborar en comedores sociales. Decía que “la Eucaristía es mi autopista al cielo” y vivía cada momento como una oportunidad para acercarse a Dios.
Enfermedad y fallecimiento
En octubre de 2006, a los 15 años, Carlo fue diagnosticado con leucemia fulminante. A pesar del dolor, aceptó su enfermedad con serenidad, ofreciendo su sufrimiento por el Papa y la Iglesia. Falleció el 12 de octubre de 2006 en Monza, Italia.
Beatificación y canonización
Fue beatificado en 2020 por el Papa Francisco tras el reconocimiento de un milagro atribuido a su intercesión. En 2025, el Papa León XIV lo canonizó oficialmente, convirtiéndolo en el primer santo milenial de la Iglesia Católica.