Con una ceremonia cargada de emoción y simbolismo, 18 descendientes de croatas recibieron su carta de ciudadanía croata en el Salón Rey Tomislav del Club Croata de Punta Arenas.
El acto, encabezado por el cónsul general (H) de Croacia en Magallanes, Alfredo Fonseca Mihovilovic, selló un compromiso que va más allá de lo administrativo: la unión cultural y espiritual con la tierra de sus ancestros.
Fonseca destacó la trascendencia de la jornada. “Es un día importante, es un día de mucha alegría, sobre todo para las personas que van a recibir su carta de ciudadanía croata”, expresó, subrayando que este reconocimiento es “un verdadero regalo que se hace a los descendientes croatas que lo soliciten y que cumplen algunos requisitos”.
La solemnidad del acto
En la instancia, el cónsul explicó los fundamentos legales de este derecho. “De acuerdo al artículo 11 de la Constitución Política de la República de Croacia, los descendientes de personas nacidas en Croacia pueden solicitar la ciudadanía por naturalización”, precisó, recordando que se trata de un proceso largo y minucioso: “un estudio caso a caso, la tramitación lleva un tiempo largo y posteriormente se entregan a través de estas ceremonias de juramento”.
Sobre ese juramento, Fonseca detalló que se realiza en dos idiomas. “Lo hacen en idioma croata y en español, en que juran su lealtad y su compromiso con Croacia, el respeto a las leyes, al estado de derecho y a la Constitución de la República de Croacia”, señaló, además que esta es ya la “tercera o cuarta ceremonia” que le toca presidir en la región.
Folclore dálmata
La jornada estuvo marcada también por expresiones culturales que reforzaron el vínculo identitario. El Coro Daleki Jadran interpretó el himno nacional croata y melodías tradicionales de los Balcanes, mientras que el Grupo de Baile Dalmacia dio vida a la celebración con danzas típicas.
El cónsul Fonseca enfatizó además el peso de esta comunidad en el sur austral, señalando que hay “18 nuevos ciudadanos croatas en esta Región de Magallanes”, resaltando a su vez la continuidad de un legado que une a miles de familias en la Patagonia.
Más que un trámite legal, la entrega de cartas de ciudadanía se convirtió en un puente de memoria y cultura, uniendo generaciones de descendientes con la historia y el presente de Croacia, reafirmando el rol de Magallanes como un espacio clave en la diáspora croata en Chile.