La Cámara de Diputados de Argentina dio un paso significativo al declarar de interés nacional la producción de hidrógeno verde, a través de un dictamen de mayoría favorable en las comisiones de Energía y de Presupuesto y Hacienda.
El proyecto, que además extiende por veinte años el régimen de fomento a las energías renovables, recibió el apoyo de bloques como La Libertad Avanza, PRO, la UCR y otros partidos provinciales, mientras que fue rechazado por Unión por la Patria y sectores de izquierda.
La propuesta legislativa busca impulsar un nuevo marco normativo para el desarrollo del hidrógeno verde, considerado una de las fuentes clave para la transición energética global. La declaración de interés nacional le otorga prioridad estratégica en la agenda del Estado, y sienta las bases para su incorporación al entramado productivo y exportador argentino.
Entre los ejes principales del proyecto se incluye la creación de una estrategia nacional de hidrógeno, un sistema de certificación internacional, normas de seguridad industrial, y herramientas regulatorias orientadas a simplificar los trámites administrativos para proyectos de inversión.
El texto también contempla modificaciones al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), con la incorporación de plazos más amplios para la adhesión y el cumplimiento de compromisos, además de asegurar estabilidad tributaria por treinta años para los emprendimientos vinculados al sector.
El dictamen complementa otro proyecto presentado recientemente, que propone prorrogar hasta 2055 el régimen vigente de fomento a las energías renovables, establecido por la Ley 27.191, en vigor desde 2006. Esta prórroga busca dar continuidad a un esquema que ha permitido el crecimiento del parque renovable en distintas provincias del país.
Con esta iniciativa, el Congreso busca fortalecer el ecosistema normativo para la transición energética, facilitando el desarrollo de nuevas tecnologías como el hidrógeno verde y la captura, utilización y almacenamiento de carbono (CCUS). El proyecto deberá ahora ser tratado en el recinto de la Cámara Baja, donde se espera un debate intenso pero con posibilidades de aprobación.