La actividad de pesca y acuicultura en Magallanes mostró un fuerte repunte en agosto de 2025, registrando 21.708 toneladas desembarcadas y cosechadas. Esta cifra representa un crecimiento del 33,9% en comparación con el mismo mes del año pasado, según el Boletín de Pesca N°176 del INE y Sernapesca.
El informe confirma un punto de inflexión con un fuerte aumento del sector industrial, una mayor estabilidad en la pesca artesanal y un avance sostenido en la salmonicultura.
Uno de los protagonistas del repunte es el krill antártico (Euphausia superba), recurso que regresó a las faenas tras varios meses sin registros significativos. Su reaparición generó un impacto inmediato en el sector industrial, el cual creció un 125,4% en un año, con 6.917 toneladas desembarcadas.
La reactivación del krill no solo devolvió dinamismo a la flota pesquera industrial, sino que también reabrió expectativas por la creciente demanda del producto para la elaboración de aceites y suplementos.
El sector artesanal también mostró signos de crecimiento, con 2.654 toneladas desembarcadas en agosto, un aumento del 4,7% respecto al año anterior.
El erizo (Loxechinus albus) sigue siendo el recurso más representativo del sector (más del 60% del total), aunque experimentó una leve baja. En contraste, el centollón (Paralomis granulosa) tuvo un alza significativa del 41%, seguido por la centolla (Lithodes santolla) con un crecimiento del 2,9%.
La acuicultura, con la producción de salmón del Atlántico, sigue siendo el motor de crecimiento más estable. Las cosechas alcanzaron 12.137 toneladas en agosto, un 14,4% más que en 2024, explicado por mejores rendimientos y la recuperación de los centros tras contingencias sanitarias.
Magallanes opera con 44 centros de cultivo activos y las exportaciones de salmón se consolidan como un pilar económico regional, aportando empleo y servicios logísticos.
El informe destaca que la mayor trazabilidad y certificación de origen serán claves para la competitividad futura de la industria. Magallanes mantiene activas varias vedas extractivas y ajusta las cuotas globales de captura, con reducciones en merluza del sur y cola, y aumentos en bacalao de profundidad y congrio dorado, reflejando una política orientada al manejo sustentable.