Una grave denuncia se conoció tras lo ocurrido la tarde del miércoles en el Servicio de Atención Primaria de Urgencia de Alta Resolutividad (SAR) Damianovic, donde una madre que buscaba atención para su bebé de meses fue expulsada del recinto por personal de seguridad, en medio de una situación que generó indignación entre los presentes.
De acuerdo al testimonio de la usuaria Karin Peranchiguay Sánchez, alrededor de las horas, una joven llegó con su hija con fiebre. Ante la espera de cerca de cinco horas, la bebé comenzó a llorar, provocando la molestia de otra paciente que intentó agredir a la madre.
En lugar de contener la situación, la guardia de seguridad pidió a la madre que se retirara porque el llanto “le incomodaba a los demás pacientes”, expulsándola sin que la niña recibiera atención médica.
La denunciante, que se moviliza en silla de ruedas, también acusó malos tratos por parte de la misma guardia, quien le solicitó que se moviera porque “estorbaba”. “Fue muy lamentable ver cómo echaron a una bebé que necesitaba atención urgente”, señaló Peranchiguay.
El jefe del área de Salud de la Corporación Municipal (S), Víctor Fuentes, reconoció la gravedad de lo ocurrido. Fuentes aclaró que los guardias son personal externo contratado y que “bajo ningún protocolo un guardia puede expulsar a un paciente, menos a un niño enfermo”, ya que no tienen facultades clínicas.
La autoridad informó que se instruyó una reunión urgente con la empresa de seguridad y la dirección del centro para evitar que este tipo de hechos se repitan. Además, la Corporación Municipal comprometió una investigación interna para esclarecer responsabilidades y revisar el actuar tanto del personal de seguridad como del equipo administrativo. El episodio abre un debate sobre el trato a los pacientes más vulnerables en los servicios de urgencia.