Después de más de dos años de incertidumbre financiera, judicial y operacional, el Juzgado de Letras y Garantía de Porvenir aprobó la segunda reorganización concursal de la salmonera Nova Austral. La decisión evita su liquidación forzosa y permite la continuidad de una de las empresas más relevantes para el empleo y la economía de la Región de Magallanes.
La votación contó con el respaldo del de los acreedores, dejando como único voto disidente a Salmonífera Dalcahue Ltda. La aprobación del segundo plan marca un punto de inflexión en la crisis de la compañía, que arrastraba una deuda cercana a los US$559 millones.
El deterioro financiero de Nova Austral se arrastraba desde fines de 2019, cuando la empresa enfrentó una serie de graves sanciones ambientales por parte de la SMA, tras detectarse alteraciones en los informes de mortalidad de peces y sobreproducción.
A ello se sumaron otros factores que profundizaron la crisis: caída significativa en la biomasa disponible por mortalidades masivas, reducción obligada de centros operativos dentro de áreas protegidas y dificultad para acceder a financiamiento.
El primer plan de reorganización, aprobado en 2023, fue duramente cuestionado por algunos acreedores. De hecho, el 14 de mayo de 2024, el Juzgado de Porvenir llegó a declarar la quiebra de Nova Austral, un golpe que habría significado la paralización total de la operación y la pérdida de miles de empleos en Magallanes.
Sin embargo, apelaciones posteriores permitieron revertir la decisión y dar paso a la elaboración de un segundo plan, que finalmente logró un amplio consenso entre la mayoría de los acreedores.