La actual restricción de gas natural comprimido (GNC) para la locomoción colectiva se debe a que, tras la emergencia por el incendio en un gasoducto, el suministro actual proviene directamente de un yacimiento sin el procesamiento de pureza habitual.
Según explicó el Seremi de Energía, Sergio Cutiño, este gas "crudo" es apto para uso domiciliario, pero representa un peligro para los vehículos debido a la presencia de impurezas, principalmente agua. Estos elementos pueden dañar gravemente tanto los sistemas de almacenamiento de gas como los motores de los taxis y colectivos, por lo que se ha optado por suspender el suministro vehicular de forma preventiva hasta garantizar condiciones seguras.
Para determinar la reanudación del servicio, las autoridades realizarán análisis de laboratorio que permitan verificar el nivel de impurezas del gas que viaja por el ducto desde San Gregorio.
En caso de que las pruebas sean negativas y el gas no sea apto, el tiempo de espera para contar nuevamente con gas procesado podría extenderse hasta un mes, según proyecciones de ENAP. Esta situación genera una profunda preocupación en el gremio de conductores debido al lucro cesante y los altos costos de operar con bencina, especialmente considerando la proximidad de las festividades de fin de año.