La Corte de Apelaciones de Punta Arenas puso punto final a uno de los casos judiciales más complejos de los últimos años al confirmar, de forma íntegra, la sentencia condenatoria contra un biólogo chileno culpable de violación. El delito fue cometido en el Territorio Antártico Chileno, en un contexto de cooperación científica internacional.
Con esta resolución, la sentencia queda firme y ejecutoriada, lo que significa que el condenado deberá cumplir la pena impuesta sin posibilidad de nuevas apelaciones. El tribunal validó las pruebas presentadas y el análisis con perspectiva de género realizado en primera instancia.
El caso se remonta al 24 de febrero de 2019 en la Península Byers, ubicada en la Isla Livingston. Según los antecedentes acreditados en el juicio:
El escenario: El delito ocurrió en una zona extremadamente apartada, mientras el acusado y la víctima —una investigadora de nacionalidad francesa— participaban en una campaña científica conjunta.
Contexto de encierro: Ambos compartían una carpa de campaña debido a las condiciones climáticas y logísticas propias de la Antártica, situación de aislamiento extremo que fue utilizada por el agresor para cometer el delito.
La investigación: El Fiscal Regional de Magallanes, Cristian Crisosto, destacó que el proceso fue un desafío técnico para la Fiscalía y la PDI, dada la dificultad para recolectar evidencia y tomar testimonios en un entorno tan inhóspito.
El fiscal Crisosto manifestó su conformidad con el fallo, resaltando el valor de la víctima al denunciar pese a las barreras idiomáticas y geográficas.
“Lo más relevante es que la víctima confió en la Fiscalía. Pese a lo apartado del lugar, se logró obtener una sentencia condenatoria”, señaló el persecutor, reforzando el mensaje de que no existen territorios fuera del alcance de la justicia chilena para este tipo de delitos.
La ratificación de la Corte de Apelaciones subraya que, en entornos laborales o científicos aislados, las dinámicas de poder y las condiciones de vulnerabilidad deben ser analizadas con especial cuidado. Este fallo es visto como un hito para la seguridad de las mujeres que participan en expediciones científicas y campañas en zonas remotas de la región.