La rotura del gasoducto de ENAP Magallanes en el sector de Posesión ha derivado en una crisis secundaria que golpea directamente al bolsillo de los conductores y a la movilidad de miles de magallánicos: el desabastecimiento de Gas Natural Comprimido (GNC). Aunque el consumo residencial está plenamente garantizado, el gas que fluye actualmente por la red es un gas "rico" (sin procesar) que no cumple con los estándares de seguridad para motores de combustión.

Tanto en Punta Arenas como en Puerto Natales, los servicentros mantienen suspendida la venta de GNC, dejando a la flota de taxis colectivos —la columna vertebral del transporte local— en una situación crítica de operatividad.

La incertidumbre en las comunas

Las autoridades locales han levantado la voz ante el impacto social de esta emergencia:

• Puerto Natales: La alcaldesa Ana Mayorga expresó su preocupación por la falta de certezas. "Vamos a levantar esto como una inquietud regional. No está en nuestras manos la solución, pero es una preocupación comunal por el transporte público", afirmó.

• Punta Arenas: El alcalde Claudio Radonich fue claro en explicar que el problema no es el volumen, sino la composición del hidrocarburo. "Ese gas tiene que certificarse para dar todas las garantías de que es seguro para los vehículos. No podemos arriesgar el sistema dual de los colectivos", subrayó.

El factor técnico: ¿Por qué no se puede cargar GNC?

El Delegado Presidencial, José Ruiz, y el Seremi de Energía, Sergio Cuitiño, explicaron que el gas que circula actualmente posee componentes que podrían dañar los motores.

• Pruebas críticas: Hoy se realizarán testeos para determinar si el gas actual puede ser comercializado bajo norma.

• Plazo de un mes: Si las pruebas de hoy resultan negativas, la reparación de la infraestructura crítica de ENAP y la normalización del gas procesado podrían tardar hasta 30 días. "En el peor de los casos, retomaríamos en un mes con un gas acorde a las condiciones técnicas", precisó Cuitiño.

ENAP en terreno

El gerente general de la estatal, Julio Friedmann, se trasladó a la zona para supervisar los daños. La compañía se encuentra enfocada en dos frentes: asegurar el suministro a clientes industriales (como Methanex) y acelerar las reparaciones, las cuales se ven dificultadas por la magnitud del daño en el gasoducto principal.

Por ahora, se recomienda a los usuarios de vehículos a gas estar atentos a los comunicados oficiales y, en lo posible, utilizar combustibles alternativos mientras se recupera la calidad técnica del suministro.

Mira la nota completa acá: