La Franja de Gaza atraviesa una situación humanitaria crítica que este domingo derivó en acusaciones cruzadas entre las autoridades locales y el Gobierno de Israel. Según el Gobierno de Gaza, el enclave palestino está siendo sometido a una "muerte lenta" debido a que Israel no habría permitido el ingreso de las cantidades mínimas de ayuda acordadas en el protocolo humanitario de la tregua vigente desde el pasado 10 de octubre.
Por su parte, el COGAT (organismo militar israelí que supervisa los territorios) rechazó tajantemente estas cifras, asegurando que el flujo de camiones se mantiene dentro de los márgenes pactados para aliviar la crisis en la zona.
En un extenso comunicado, el Gobierno gazatí detalló lo que califica como un incumplimiento sistemático del acuerdo:
Déficit de suministros: Aseguran que en 80 días solo han entrado 19.764 camiones de los 48.000 proyectados (un 41%). Esto promedia 250 vehículos diarios, lejos de los 600 que consideran vitales para la supervivencia.
Crisis de combustible: Denuncian que solo ha ingresado el 10% del combustible acordado (425 camiones de 4.000), lo que mantiene paralizados hospitales, panaderías y plantas de saneamiento de agua.
Víctimas durante la tregua: El reporte indica que, pese al alto el fuego, 418 palestinos han muerto y más de mil han resultado heridos en cerca de 969 incidentes, que incluyen bombardeos y disparos directos contra civiles.
Consultado por la agencia EFE, el COGAT desmintió los datos de las autoridades palestinas, entregando cifras que triplican lo reportado por Gaza:
Flujo de camiones: Según el organismo israelí, diariamente ingresan entre 600 y 800 camiones.
Composición de la carga: Afirman que el 70% del cargamento corresponde a alimentos, mientras que el resto se divide en equipos médicos, suministros para refugios (carpas y ropa) y ayuda esencial.
Cumplimiento del pacto: Israel sostiene que ha respetado cada punto de la tregua respecto al acceso de asistencia humanitaria al enclave.
Más allá de la guerra de cifras, la realidad en terreno muestra una Franja de Gaza agotada. La escasez de agua potable y medicinas ha agravado la crisis sanitaria, mientras que la falta de combustible impide el funcionamiento básico de los servicios de emergencia. La comunidad internacional observa con preocupación el debilitamiento de un acuerdo que, a casi tres meses de su implementación, parece pender de un hilo debido a las hostilidades reportadas por ambos bandos.