La compleja y planificada operación, denominada “San Lorenzo” en alusión al patrono de los mineros, ha estado siendo aguardada en la bocamina del yacimiento por cientos de familiares, así como centenares de periodistas de todos los rincones del planeta.
El procedimiento comenzará con el descenso del primero de los cuatro rescatistas que descenderán hasta donde estarán los mineros, a unos 622 metros de profundidad.
Por su parte, en las profundidades los mineros están trabajando en una plataforma para poder llegar bien a la cápsula.
En cuanto al detalle de los trabajos, las autoridades especificaron que alrededor de las 2.00 horas de la madrugada de ayer, cuando se introducía en el ducto el tubo número 10, éste se trancó, lo que significa que se llegó al manto de roca sólida.
Tras analizar la situación, se determinó dejar el encamisado sólo hasta esa distancia, es decir, quedó en los 55 metros, asegurando toda la parte de tierra.
Más tarde, alrededor de las 5.30 horas, se hizo una prueba con la cápsula “Fénix Uno”, la que llegó perfectamente y sin contratiempos a los 610 metros.
Asimismo, el ingeniero a cargo de la operación, André Sougarret, reiteró que se realizarán pruebas con los rescatistas a partir de las 00.00 horas de mañana, los que irán bajando en el orden de: un minero, un enfermero, un minero, un enfermero.
El ascenso
Los mineros se encuentran a una profundidad de casi cinco veces la torre Entel de Santiago, y sólo superada por un edificio en el mundo, el Burj Dubai, de los Emiratos Árabes con 828 metros de altura.
Según los encargados del procedimiento de salvataje, la velocidad del ascenso será de 11.7 minutos por cada minero, así como el descenso será en el mismo tiempo.
Los mineros usarán un vestuario especial, además de unos lentes para cuidar su vista, debido al largo tiempo en la oscuridad.
Gestión de Mañalich
El ministro de Salud, Jaime Mañalich, estuvo preocupado durante toda la jornada de velar por todos los detalles en cuanto al plan médico relacionado con el rescate.
“Ya les dimos a los mineros el orden de salida a la superficie, y creo que es poco conveniente que se queden en el campamento esperando hasta que salga el último trabajador antes de ir al hospital de Copiapó”, dijo.
Además, el titular de Salud comentó a la prensa presente en el lugar que los primeros cuatro trabajadores que saldrán a la superficie: “ya están elegidos” y que muchos creen que están en mejores condiciones que el resto de sus compañeros, por lo que han manifestado su intención de salir al final de la operación de rescate, llamada San Lorenzo, dando señales de la “solidaridad” dentro de San José.
Los 33 mineros también han manifestado su interés de esperar en el hospital de campaña del campamento Esperanza hasta que el último de los trabajadores salga, lo que atrasaría la llegada de éstos hasta el hospital de Copiapó, donde llegarían vía helicóptero en grupos de a cuatro. Esto fue catalogado por el titular de Salud como “inadecuado”, ya que está todo programado y organizado para que quienes están bajo tierra reciban una atención y tratamiento adecuado, lo que debería realizarse durante 48 horas en el centro hospitalario designado por el gobierno.
Mañalich recordó que “estamos a muy pocas horas de terminar la operación de rescate” y que los helicópteros que llevarán a los trabajadores ya están “ensayando el rescate nocturno”.