
Lamentablemente, de acuerdo con lo informado por el doctor Humberto Hurtado Yutronic, jefe de Diálisis del Hospital Regional Dr. Lautaro Navarro, en los últimos tres años sólo se han registrado dos casos de procuramiento de órganos; todos ellos durante este año. La falta de consentimiento de la familia es el mayor impedimiento, según explicó el Dr. Hurtado. “Cuesta sensibilizar a la población”, dijo.
Por lo mismo, el Ministerio de Salud (Minsal) busca reimpulsar la campaña de donación de órganos, a nivel hospitalario, en primera instancia, para posteriormente trabajar con la comunidad, según explicó el facultativo.
De acuerdo con el documento científico “Procuramiento de órganos: el modelo chileno”, del doctor José Manuel Palacios Junemann, publicado en la Revista Chilena de Cirugía, volumen 54, Nº 6, de diciembre de 2002, “la principal limitación para el trasplante es la disponibildad insuficiente de órganos de origen cadavérico y el tiempo creciente en las listas de espera de los potenciales receptores. Esto ha obligado a la creación, por una parte, de organizaciones que se dediquen exclusivamente a la obtención de órganos y, por otra, a la existencia de un cuerpo legal que respalde su acción”.
“La autorización para la donación de órganos debe ser establecida por los familiares directos en orden decreciente o por un representante del Instituto Médico Legal cuando éstos no existan. Finalmente, autoriza la extracción de tejido corneal cuando no hubieren concurrido familiares directos después de dos horas de fallecido y habiéndose comunicado este hecho en un lugar visible del establecimiento hospitalario”, indica el documento.
En Chile, la primera ley sobre donación de órganos y trasplante fue publicada en 1983. Entre sus aspectos relevantes destaca la aceptación del concepto de “muerte encefálica” y la autorización para la extracción de órganos y tejidos. En 1996 se publicó una nueva ley, la Nº 19.451, que incorporó la creación de una comisión multidisciplinaria ministerial “y la existencia de sanciones, cuando se demostrara la presencia de compensaciones económicas por la obtención de órganos”.
En 1981 se creó la Asociación de Dializados de Chile (ASOD), que inicialmente estuvo integrada por un médico nefrólogo y dos profesionales de otras áreas, encargados de la pesquisa de potenciales donantes, a través del contacto con personal de las Unidades de Cuidados Intensivos de hospitales y clínicas de la Región Metropolitana.
La organización encargada del procuramiento de órganos en nuestro país es la Corporación del Trasplante, creada en 1990 y que fue definida como una organización privada, sin fines de lucro, que operaba bajo la supervisión del Ministerio de Salud.