Una persona que se encontraba cesante completó su racha de mala suerte ingresando a robar a la casa de una funcionaria de la Policía de Investigaciones (PDI) de Punta Arenas y terminó en prisión preventiva.
Ayer en la madrugada, mientras la dueña de casa (subcomisario de la Brigada de Homicidios) dormía junto a su grupo familiar, se acercó al inmueble un sujeto que saltó la reja de protección y una vez dentro rompió un vidrio de la cocina para ingresar a la casa.
Según los antecedentes que entregó la fiscal de turno, Alejandra Guevara, durante el control de detención, el antisocial sustrajo varias especies, como adornos y otros artículos, los cuales fue juntando a la salida de la casa, bajo la ventana de la cocina.
Los movimientos del ladrón provocaron ruidos que fueron advertidos por la afectada, quien se despertó y como buena policía no tuvo temor en levantarse a ver lo que estaba sucediendo. Pero el antisocial, al percatarse que alguien venía a su encuentro, salió huyendo por la misma ventana por la que ingresó. Claro que en su afán de abandonar rápidamente el lugar, dejó una mochila abandonada en el patio con documentos, como una copia del finiquito de trabajo, donde estaban contenidos todos los datos personales del autor del robo.
La mujer se contactó con sus colegas de la PDI, quienes rápidamente dieron con el paradero del sujeto. La víctima lo reconoció por los lentes y pelo largo, y ayer pasó a control de detención. En la audiencia la persona se identificó como Juan Villegas Olate, ayudante de cocina, oportunidad en que Guevara lo formalizó por el delito de “robo con fuerza en las cosas, en grado de frustrado” y le atribuyó la calidad de “autor”.
Junto con esto solicitó la prisión preventiva, por estimar que la libertad de Villegas representa un peligro para la sociedad. Pasadas las 14.30 horas el magistrado Juan Villa resolvió acoger la petición de la fiscal.
Según la declaración que el imputado prestó a la PDI, la noche previa se juntó con unos amigos a beber en un cíber café y luego en una casa, no acordándose de nada, pese a que reconoció ser el propietario de la mochila y los documentos que la policía encontró en la casa.
Actualmente, el acusado registra una causa vigente por del delito de lesiones menos grave. El proceso se encontraba suspendido por un año, pero a raíz de los últimos acontecimientos la fiscal anunció la reapertura del caso.