Un mensaje de tranquilidad y ánimo a la familia de Johana Burgos entregó el diácono José Triviño Hernández, durante el responso oficiado en la capilla de la Comunidad San José Carpintero, por la partida de esta joven que falleció como consecuencia de la constante inhalación de solventes. Ayer se realizó la ceremonia fúnebre, que se inició a las 14.45 horas, cuando el féretro salió acompañado por familiares y amistades desde la casa de la hermana, en calle Las Américas 01151, Población El Pingüino, rumbo a la capilla. Ahí el diácono ofreció palabras de consuelo y recordó que “nosotros no somos nadie para juzgar”, e instó a los más cercanos a Johana a superar este difícil momento. Luego el sepelio enfiló rumbo al cementerio municipal, donde el funeral llegó pasadas las 16.30 horas. 