El último cambio que realizó el alcalde Vladimiro Mimica Cárcamo al interior del municipio, que consistió en que el ahora ex jefe del Departamento de Admistración de Finanzas, Claudio Oyarzo, pasara a hacerse cargo del área de Bienestar y, la funcionaria de dicha entidad, Angélica Ulloa, se hiciera cargo de finanzas, continúan con un estilo que, a esta altura, se ha vuelto tradicional en el edil.
La salida del municipio de personas que desarrollaban funciones trascendentales en la comuna, y que significaron la llegada de empleados que no tenían experiencia en el sistema público comenzó en mayo con la solicitud de renuncia que efectuó Mimica al ex administrador Municipal, Mauricio Torres, quien además de cumplir sus labores, se convertía en el alcalde subrogante cuando el jefe comunal se ausentaba.
No obstante, el edil contrató al profesor de historia, David Pérez, quien desde esa fecha se ha desempeñado en la importante función.
Dos meses después, surgió la idea de que el jefe del Departamento de Tránsito, Sergio Oyarzo, por su vasta experiencia, fuese trasladado al área liderada por Pérez, para realizar funciones de apoyo. Hecho que fue fuertemente criticado por un grupo de concejales que estimaron que el desempeño de Oyarzo era impecable, por lo que no se entendía un cambio como ese. A su vez, en alguna oportunidad se dio a entender por parte de la alcaldía que el ingeniero había manifestado interés en el cambio, lo que fue rechazado por Oyarzo, ya que afirmó que no tenía problema en asumir la solicitud, pero que no había nacido de él la idea de dejar Tránsito. Finalmente, no se concretó la intención.
Un escenario con un final similar se le originó a Mimica con su plan de trasladar de oficinas al Departamento de Administración de Finanzas, donde los empleados al ver las pésimas condiciones del recinto se negaron a acatar la orden. Hasta hoy el edil no ha podido cumplir su propósito.
Otra modificación que no cayó nada bien, fue la fusión de la Oficina de Protección Civil con la Unidad de Operaciones, puesto que no se le consultó a los funcionarios sobre su capacidad de hacerse cargo de más responsabilidades.
Todas estas modificaciones estarían analizadas por el edil en conjunto con su asesor, Domingo Rubilar, ya que, coincidentemente, desde que llegó al municipio y se convirtió en la “mano derecha” del alcalde, se han sucedido las desvinculaciones, “enroques” y contrataciones.