
Este establece que en septiembre la Municipalidad de Punta Arenas debió pagar $3.750.000, mientras que por el resto de los meses, hasta agosto de 2011, la mensualidad es de $ 2.500.000.
Cuando los funcionarios de Finanzas visitaron “sus nuevas oficinas”, notaron que el estado de ellas no era apto para trabajar, puesto que “no existe un estudio técnico serio y responsable del estado de funcionamiento de los baños, (…) en el segundo piso se cuenta con un baño para 15 personas, (…) existe filtración de lluvia y viento, (…) no hay salida de emergencia, desbordes de aguas servidas, provenientes de los WC, entre otros”, consigna el documento que elaboraron los empleados luego de acudir al inmueble.
Ante estas condiciones, los trabajadores se unieron y rechazaron cambiarse de lugar de trabajo, además manifestaron que los arreglos que se necesitan efectuar en el recinto arrendado son profundos, que no se limitan a pintar paredes.
Al parecer esto no fue evaluado por el alcalde Mimica ya que las oficinas fueron arrendadas de igual forma, por las cuales ya se habría cancelado $ 6.250.000, según el contrato y sin estar utilizándolas.
Actualmente no existe información respecto de qué ocurrirá con el contrato de arrendamiento o si efectivamente algún área municipal aceptará trasladarse a dicho recinto. Lo concreto es que los empleados de Finanzas lograron su objetivo y no se instalarán en calle Roca 924.
Condiciones
El contrato de arriendo incluye tres cláusulas calificadas como “esenciales” en el decreto elaborado por la Municipalidad de Punta Arenas, ellas consisten en: “el canon de arriendo se reajustará en forma semestral según la variación del Índice de Precio del Consumidor (IPC), el pago será por adelantado, dentro de los cinco primeros días de cada mes, contra presentación del recibo de arriendo correspondiente y no se considera el pago de garantías”, consigna el escrito.