
Han transcurrido nueve años y la situación es la misma. Este ha sido el lastre más grande para las policías que nunca fueron capaz de dar con alguna pista, por más mínima que fuera, para llegar a Ricardo Harex González. Por eso es entendible lo que dicen los padres. “Nos sentimos desilusionados con la investigación policial”, afirman.
Sergio Harex mantiene la crítica de siempre, referida a que “la Policía de Investigaciones partió buscando, pero no investigando”, y por eso a nueve años de la desaparición de su hijo reafirma lo señalado anteriormente respecto de que, “al principio se perdió mucho tiempo”, valioso a su juicio para los fines del proceso judicial.
Recordó que recién después de cuatro y cinco años de que desapareció Ricardo citaron a declarar a jóvenes que estuvieron esa noche con su hijo, “siendo que debieron llamarlos desde el principio”, es la crítica que hoy realiza Sergio.
Además, las veces que pidieron un ministro en visita siempre la Corte de Apelaciones les negó la posibilidad. “La explicación fue siempre que no era necesario, porque la investigación estaba bien llevada. Me imagino que para ellos era así, porque nosotros nunca tuvimos un resultado positivo”, dijo
Claudio Jara fue el último de los cinco jueces de la causa caratulada “presunta desgracia”. Asumió la investigación en febrero de 2007, asegurando en su momento que el sumario se iba a cerrar “cuando agotemos todas las diligencias que estén pendientes”. Pasó el tiempo y finalmente el 26 de mayo la cerró igual, argumentando que la investigación estaba agotada.
Soñó con Ricardo
La madre de Ricardo, Margoth González, refiere que estos nueve años han sido terriblemente agotadores. Al comienzo, en cada aniversario, surgían palabras de apoyo o alguna pista para llegar a Ricardo. Ahora eso ya no sucede. De ahí el temor a que se olviden para siempre de su hijo. “La impotencia que cargo es tremenda”, dice con mucha frustración. En las mañanas, al levantarse, lo primero que hace es acordarse de su hijo. Por eso los días más lindos son cuando sueña con él.
La semana pasada le sucedió esto. Dice que vio claramente a Ricardo tomando en sus manos la bandeja donde le servía el desayuno en la cama. “En esos momentos se fue a sentar al lado mío, se puso a tomar desayuno, y me dice: ya mamá, te voy a contar todo lo que pasó, pero en esos instantes el sueño se interrumpió”, y volvió a su triste realidad de saber que sólo era un sueño y que su único hijo no estaba al lado suyo, como lo ha querido y buscado todos estos años.
Esta tarde, a las 19 horas, en el salón del Liceo María Auxiliadora, la escritora Rina Díaz Jiménez presentará el libro: “En un eclipse de sol-crónica incompleta”, referida a la desaparición de Ricardo Harex.
Los padres lo agradecen y esperan que esto sirva para que muchos jóvenes lo lean y alguna persona que tenga un antecedente valioso lo dé a conocer.