Dos alumnos del Liceo Sara Braun fueron víctimas de sendas golpizas al interior del establecimiento. Uno sufrió fractura de tabique nasal de carácter grave y la otra es una adolescente a quien le pegaron entre cinco compañeras. Las madres denunciaron lo sucedido a Carabineros.
La violencia al interior de los colegios va en una peligrosa escalada. No se detiene y cada día son más los casos que salen a la luz pública, sin contar aquellos que, por una cuestión de “imagen”, no se denuncian.
No es el caso de Hilda Jaramillo y Eliana Hueiquén, madres de Ángel, de 13 años, estudiante de 8º básico y de Yoselyn, de 16, alumna de 1º medio, quienes no están dispuestas a dejar pasar la golpiza que sufrieron sus pupilos.
“A mi hijo (Ángel) le pegaron dentro de la sala de clases (entre las 9.30 y las 10.00 horas), mientras algunos compañeros se paraban frente a la puerta para evitar que alguien ingresara y lo dejaron con lesiones graves”, denunció Hilda.
Lamentó profundamente lo sucedido, porque ahora el hijo quedó tan atemorizado que no quiere volver al colegio. Considera injusto que el agresor siga en clases, sin que le pase nada, y la víctima tenga que ocultarse. La mujer salió en defensa de su hijo, a quien describió como un joven que no es conflictivo “y que nunca ha tenido problemas en el liceo”.
Lo de ayer fue demasiado porque a su pupilo le pegó un compañero de curso que es mayor, tiene 16 años, y que lo tiene amenazado. “Resulta que ahora, por la agresión, el médico le dio cinco días de reposo, y en el liceo no me querían avisar lo que había ocurrido”, dijo.
Alumna agredida
En el mismo Liceo Sara Braun, cinco alumnas agredieron ayer una estudiante de 1º medio, según consta en la denuncia que la madre, Eliana Hueiquén, estampó en Carabineros. “A mi hija le pegaron y la patearon en el suelo y más encima le arrancaron un mechón de pelo”, dijo afligida la apoderada.
Es imposible explicar el grado de agresividad con que actúan los jóvenes al momento de zanjar o resolver algún conflicto. Esta niña fue brutalmente golpeada por denunciar al inspector del establecimiento a la compañera que, el día anterior, le sustrajo la libreta de comunicaciones. “Así que me acusaste, entonces, ya vas a ver”, le dijo en tono amenazante la alumna cuando el inspector la fue a buscar a la sala (dichos que fueron acompañados de muchos garabatos).
Aprovechando que estaban sin profesor en la sala, las amenazas se hicieron verdad y Yoselyn terminó en el hospital, donde la madre la llevó a constatar lesiones. La mujer dijo que la hija tiene buenas notas y no registra anotaciones negativas en el libro de clases.
Carabineros confirmó la denuncia que ingresó a través del funcionario de turno en el centro asistencial. Los antecedentes se remitieron al fiscal de turno, donde se abrirá una causa por estos hechos.