“Esta es una forma de agradecer el aporte que estas iglesias han realizado en forma permanente y a la historia de Chile, conformando así una nación más fraterna, solidaria e inclusiva”, dijo el secretario de Gobierno, Miguel Schweitzer, al celebrarse mañana 31 de octubre el Día Nacional de las Iglesias Evangélicas y Protestantes.
Recordó que la Ley Nº 20.299 del 10 de octubre de 2008 estableció esta conmemoración, y que dicha normativa es la continuadora de una anterior que consagró la libertad e igualdad de cultos en nuestro país.
La autoridad manifestó que de esta manera “se reconoció la inmensa labor que realizan las iglesias evangélicas por nuestra patria y sus valores espirituales”. Sin embargo, dijo “aún queda mucho más por avanzar en el plano de una verdadera igualdad e integración total de todas las expresiones de nuestra vida en la sociedad chilena".
Schweitzer expresó más adelante que se hace parte de esta celebración, puesto que la Iglesia Evangélica es un aporte al progreso nacional en todos sus ámbitos, y que a través de su prédica entrega valores que enriquecen nuestro quehacer en pos de una cultura de tolerancia y respeto.
Finalmente, y recordando palabras del Presidente Sebastián Piñera, dijo que “el actual Gobierno respeta a todos los chilenos y chilenas. No se va a castigar ni discriminar a nadie por su origen étnico, opción religiosa, condición socioeconómica u oto grupo de personas vulnerables, valor que será defendido con toda la fuerza y el compromiso del mundo”.
Día de la Reforma
El 31 de octubre de 1517, Martín Lutero publicó en las puertas de la iglesia de Wittenberg, Alemania, su documento denominado las 95 tesis, donde debatía la doctrina y práctica de la religión católica romana, criticando particularmente las “indulgencias” (perdón de los pecados tras la confesión y posterior absolución).
Tras estas publicaciones y la controversia establecida con el Papa, Martín Lutero y sus seguidores fueron excomulgados en 1520, iniciándose un sostenido desarrollo de esta vertiente en todo el mundo. A Chile los primeros representantes del protestantismo llegaron durante el siglo XIX y hoy se encuentran presentes en todo el territorio nacional bajo numerosas denominaciones.
Según el último censo, 70 por ciento de la población profesa la religión católica, mientras que 16 por ciento es evangélico o protestante y 8,3 por ciento se declaró sin religión, ateo o agnóstico y otras religiones son practicadas por 4,4 por ciento.