Cae asesino de dominicana mientras restos son trasladados a su país

General
02/11/2010 a las 08:43
Pasada la 1.40 hora de esta madrugada, la SIP de Carabineros trasladó al hospital regional al homicida confeso de la dominicana Sonia rodríguez polanco, asesinada con más de 50 puñaladas. Tras intensas pesquisas, efectivos policiales habían logrado sólo horas antes la captura del sujeto, quien hoy pasará a control de detención. Por otra parte, horas ante habían partido a Santiago los restos de rodríguez. Pero antes, alrededor de las 20 horas, el diácono Orlando Ovando, ofició un responso en la capilla Santo Cura de Ars, en el Barrio 18 de Septiembre. Al recinto llegaron muchísimas amistades de la malograda ciudadana extranjera, a brindarle el último adiós. Se vivieron escenas de profundo dolor. Muchas mujeres se aferraban a la urna y exigían justicia.
El mensaje religioso y llamado del diácono fue “a tener paciencia, vivir como Santo y perdonar”. Pidió a todos, amistades y familiares, tener mucha fuerza para superar este difícil momento, sabiendo que no es fácil.
Estas palabras mitigaron en algo el dolor que aqueja a las ciudadanas extranjeras. Algunas dijeron que no se van a quedar tranquilas hasta saber quién mató a su amiga.
Los restos fueron trasladados por la empresa funeraria contratada para estos efectos al aeropuerto de Punta Arenas. En Santiago serían retirados por representantes de la embajada de República Dominicana, país al que estaría llegando mañana, donde la esperan sus cuatro hijos y familiares directos.
Homicidio
Fue el 15 de octubre que Sonia Rodríguez Polanco fue asesinada con 50 puñaladas. Uno de los grandes crímenes que quedará registrado en los archivos policiales de Magallanes.
A la central de comunicaciones ingresó ese día un llamado con una voz desfalleciente pidiendo ayuda. Era la víctima que alcanzó a tomar su teléfono celular, pero fue la segunda vez que alcanzó a identificar el domicilio: Gaspar Marín Nº 0249.
Los primeros carabineros en arribar al lugar tuvieron que derribar la puerta y al ingresar se encontraron con un “baño de sangre”. Es la escena que describieron los policías que adoptaron el procedimiento.

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