
No hay nada más motivante para un niño que gusta del fútbol tener al frente a una persona que reúne todas las condiciones de ídolo. Ese es Iván Zamorano, un hombre extremadamente sencillo, humano, accesible, que vino a colaborar con las jornadas y que, en el marco de estas actividades, aceptó concurrir ayer en la mañana al gimnasio del Club Chile a conversar con los pequeños de la escuela de fútbol. A ellos les entregó un mensaje y motivó a ser buenos futbolistas, “siempre que primero estudien y le hagan caso a los padres”, les remarcó.
Luego de esta actividad todos los dirigentes del Chile recolectaron dinero y lo fueron a depositar a la cuenta del BancoEstado.