Mientras las llamas arrasaban con todo a su paso, se desarrollaba, a pocas cuadras, una reunión de la que participaban diversas patrullas de voluntariado, que otorgaban ayuda solidaria a los habitantes de la vivienda siniestrada. “Nosotros estábamos en un encuentro de patrullas voluntarias organizando un evento para las personas más desposeídas que se realizará a fin de año, cuando nos avisaron del incendio”, indicó Miguelina Ruiz, voluntaria de la comunidad cristiana “Puro Corazón”, que solía prestar auxilio a la víctima. “Todos los lunes, salimos a repartir comida y don José era una de las personas que recibía nuestra ayuda, ellos viven en extrema pobreza”, agregó Ruiz.La voluntaria de “Puro Corazón”, indicó que a pesar de que los habitantes de la vivienda siniestrada cancelaban un monto significativo por el arriendo, no contaban con servicios básicos; como agua, gas y luz, por lo que constantemente usaban velas al interior de la casa, siendo ésta una de las posibilidades estudiadas en cuanto al origen del siniestro.
