Hermanas de obrero degollado y quemado piden cadena perpetua

General
09/11/2010 a las 08:45
Momentos de mucha tensión, rabia y frustración se vivieron ayer durante la audiencia de preparación de juicio oral en contra de los homicidas del obrero Sebastián Álvarez Díaz, ultimado cruelmente en Semana Santa.
A medida que el juez daba lectura a la acusación del fiscal Eugenio Campos, familiares de la víctima no podían dar crédito a tanto ensañamiento, sobre todo las hermanas Betty y Ruth Álvarez. Esta última viajó desde Puerto Montt para asistir a la audiencia.
Los inculpados, Alejandro Arturo Saldía Ojeda y Patricio Eduardo Chadicadi Barría, se vieron tranquilos aunque Saldía recorría a cada rato la sala del tribunal con una mirada extraviada en el tiempo y como si hubiese estado medicamentado.
El fiscal Campos presentó una lista de 34 testigos, para el juicio que debiera realizarse en un mes. Los acusados enfrentarán esta etapa representados legalmente por los abogados Guillermo Ibacache y Leonardo Vallejos, quienes ayer interpusieron una “corrección de vicios formales”, aduciendo poca claridad en la redacción de la acusación, especialmente en aclarar la participación de cada uno de los acusados en los delitos imputados.
Saldía y Chadicadi están acusados del crimen de Sebastián Álvarez, la madrugada del 2 de abril, en Semana Santa. Ese día la víctima se encontraba en su casa, en Manuel Rengifo Nº 1912, población Camilo Henríquez, hasta donde llegaron los imputados a compartir con él. En un momento lo habrían tomado y llevado a la parte posterior de la vivienda. Ahí le amarraron las manos con un cable eléctrico, a la altura de la cintura, impidiendo que se pudiera mover y defender. Con un cuchillo le cortaron el cuello y después buscaron especies encontrando dinero en efectivo, un par de botas color negro. Luego, para ocultar toda evidencia, procedieron a quemar la casa y dejar a la víctima al interior, dándose a la fuga.
El incendio destruyó completamente la casa resultando también afectada la colindante, de calle Manuel Rengifo Nº 1908.
Testimonios
Betty y Ruth Álvarez, hermanas de la víctima de este crimen, piden que la justicia actúe en forma severa, aplicando todo el rigor de la ley con la máxima sanción que para ellas no es otra que la cadena perpetua.
De los familiares la más afectada es Betty Álvarez, quien tenía un contacto diario con su hermano. “Ahora estoy con sicólogo, porque todavía no puedo aceptar que me lo hayan matado, y de la forma que lo hicieron. Más encima tuve que reconocer los restos de ropa y las botas. Todo esto fue una experiencia muy dura y dolorosa, por lo cual casi me vuelvo loca”, recuerda.
Mientras que Ruth Álvarez, que vive en Puerto Montt, admitió que para ella fue mucho más duro tener que escuchar los pormenores del crimen de su hermano.
Betty dijo que lo ocurrido trastocó completamente su entorno “y ahora tengo rabia con la vida, con la gente, más aún con los delincuentes por lo que hicieron con mi hermano. Lo único que queremos es que estos tipos paguen con cadena perpetua”, pidió.
El fiscal Campos solicita que se aplique a cada uno de los acusados la pena de 20 años de cárcel “por el delito de robo con homicidio” y por el incendio, cometido en perjuicio de Sebastián Álvarez, pide que se le imponga a cada uno de los acusados una pena de diez años de presidio.

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