
Es por esto que se organizaron y, según lo manifestó un vecino que prefirió mantener el anonimato, se elaboró una carta en que se hacían ver estos hechos y el rechazo a que atendiera en el área en que se ubicaba.
“Hay varios de estos lugares por los alrededores de nuestras casas. Incluso está el casino que genera un flujo de gente considerable, entonces creemos que es un exceso que se permita que siga llegando este tipo de comercio”, manifestó un residente.
Asimismo, el uso de los estacionamientos por parte de los clientes de la discoteca, quienes, afirman los vecinos, dejaban sus automóviles en sitios no permitidos utilizando hasta la vereda, “nos parece el colmo. Nadie respeta nada. Realmente estábamos muy incómodos con la situación”, manifestó otro vecino.
Los residentes consideran que el sector, por la proximidad del Hotel Dreams y, por consiguiente, de los turistas, “observan un espectáculo que no es la mejor imagen de la ciudad”, agregó.
Sin patente
Las diversas juntas de vecinos del sector centro han manifestado en innumerables oportunidades el constante problema que les genera tener cerca de sus hogares recintos nocturnos, sobre todo, por la inseguridad que se produce con el excesivo consumo de alcohol de los clientes.
Para tranquilidad de los residentes próximos a Sala 21, la Dirección de Patentes de la Municipalidad de Punta Arenas confirmó que los representantes del local solicitaron todas las autorizaciones especiales transitorias que por ley se les pueden conceder, y que nunca han contado con patente para funcionar.
Ante este escenario, la discoteca no puede abrir sus puertas al público, por lo menos, hasta que realice el trámite respectivo y reúna todos los documentos necesarios, donde se incluiría la opinión de la junta de vecinos respectiva.