El martes pasado dos magallánicas fueron destacadas entre las 100 mujeres líderes de Chile por el diario El Mercurio. Se trata de la enfermera del Hospital Regional Doctor Lautaro Navarro Avaria de Punta Arenas, Mirna Pavlov Peruzovic, y la microemprendedora portuaria Verónica del Carmen Rojo Ardiles. Precisamente, esta última conversó con nuestro medio escrito para expresar sus sentimientos frente a este importante reconocimiento, que se suma al del Fondo de Solidaridad e Inversión Social (Fosis), en enero, de un millón de pesos por su calidad empresarial; y en octubre, por el Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), como una de las mujeres pioneras en nuestra región en empleos no tradicionales.“Fue el jueves de la semana pasada. Llamaron a mi casa y contestó mi hija mayor. Incluso nosotros íbamos en ruta, luego de haber terminado un trabajo y ella me llama y me cuenta. Le digo: “No, debe ser una broma”, porque yo no había postulado. No sé qué entidad me postuló. El viernes me vuelven a llamar y me dicen que era una de las ganadoras de las 100 mujeres líderes”, cuenta al respecto Verónica. Por lo mismo, confiesa que todavía no lo puede creer.
Oficio
Antes de iniciar su microempresa familiar, Verónica trabajó alrededor de 15 años en actividades portuarias. Comenzó en la pesquera Isla Lennox como pinzadora de erizo, donde permaneció seis meses. Posteriormente, estuvo a cargo de la producción del salmón en la Pesquera Glaciar de Los Andes (tres meses) y luego trabajó, durante tres años y medio, en Cesmec.
Después volvió al área portuaria como tarjadora, durante un año, para las empresas de estiba Transuniversal y Orión. En Pesca Chile trabajó durante cuatro años, donde pasó de monitora de control de calidad a supervisora. Posteriormente, vuelve a desempeñar funciones como tarjadora para las empresas de estiba Ultrapor, Broom, Comasur y Repor.
Actualmente, Verónica, su familia y su equipo de 15 operarias fijas forman parte de la microempresa familiar VRA, prestando servicios de etiquetado, apoyo a los embarques como tarjadoras y control de calidad a las empresas Emdepes, Pesca Chile y Antartic Sea Fischer.
“Empezamos con el etiquetado porque era una necesidad de mercado”, cuenta Verónica, ya familiarizada con el lenguaje y tecnicismos empresariales, dada su experiencia de varios años.
Puntarenense por adopción
Nacida en Vallenar, Verónica Rojo, de 49 años, lleva 30 años residiendo en Punta Arenas, donde llegó a los 19 años con la intención de estudiar en la Universidad de Magallanes. Quería ser arsenalera y un tío le iba a pagar los estudios. Sin embargo, el destino impidió que ello ocurriese, por lo que se puso a trabajar. Al cabo de un año conoció al que es hoy su esposo, Miguel Ruiz, con quien formó una familia compuesta por sus tres hijas: Mary, Pamela y Roxana, y su único nieto, Miguel Ángel, de seis años. Viven todos juntos en el Barrio Sur de nuestra ciudad, la que ha sido testigo de su nacimiento como emprendedora y microempresaria.
Su marido cuenta, con orgullo, que este premio es al esfuerzo de su mujer, quien, muchas veces, cuando trabajaba de noche, sacrificó horas de sueño por cuidar a sus, entonces, pequeñas hijas.
Hoy disfrutan del éxito y reconocimiento de la comunidad, y de la satisfacción de emplear a mujeres que estaban cesantes y que, según el matrimonio, se encuentran totalmente comprometidas con su trabajo y con la empresa VRA.
