Después de que la justicia encontrara culpable a Cristian Muñoz Gómez, alias “Chispita”, del homicidio del trabajador César Omar Alvarado Almonacid, ayer fue sentenciado a ocho años de cárcel. Los jueces Pablo Miño, Jovita Soto y José Flores, acogieron la prueba rendida por el fiscal jefe, Felipe Aguirre Pallavicini, tildada de “sólida, detallada, coherente, concordante entre si y no resultó contradicha por prueba en contrario o a través de los contra interrogatorios”.
Esto los convenció de que Muñoz fue la persona que la noche del sábado 17 de abril, alrededor de las 23.00 horas, asesinó al trabajador César Omar Alvarado Almonacid, a la salida del restaurant “El Rilán”, en España esquina Balmaceda.
La víctima transitaba en estado de ebriedad cuando se pasó a topar con Muñoz Gómez y un amigo de éste. Tal situación generó una discusión entre ambos, en calle Balmaceda número 401, pero lamentablemente Alvarado Almonacid terminó en el suelo, sangrando por las puñaladas que le propinó el “chispita” con un cuchillo, con hoja dentada. Fueron más de seis heridas, cervicales, faciales y en la zona de la clavícula, una de las cuales le seccionó completamente la arteria carótida. Esto desencadenó en una anemia aguda que más tarde le costó la vida, a los 42 años.
La pena que pedía Felipe Aguirre eran diez años de cárcel para Muñoz Gómez, en contra de quien la madre de la víctima, Sonia Almonacid Vargas, representada por la abogada Martina Pradenas, presentó una querella criminal.
Culpable
“Con la prueba rendida por el Ministerio Público quedó acreditado el tipo penal homicidio simple”, dictaminaron los jueces. Les quedó claro que fue precisamente la acción del acusado “la que provocó el desenlace fatal de César Alvarado Almonacid”. La investigación permitió establecer que le propinó varias estocadas a la víctima, “pero una de ellas la dirigió en el tercio medio del cuello, con una profundidad de cinco centímetros llegando a la tráquea, seccionado completamente la arteria carótida izquierda”.
Además, la víctima, por su estado etílico y por lo inesperado del ataque quedó imposibilitado de defenderse de la agresión. Una de las peritos que declaró en el juicio dijo que no encontró en el cuerpo heridas o señales de defensa, a lo que se adiciona la conclusión a la que llega el jefe de la Brigada de Homicidios Eric Martínez Vergara, en cuanto a que las lesiones que observó en el cuerpo de la víctima corresponden a una agresión intempestiva y que siempre estuvo en posición de sumisión”.
Además en el juicio declaró un testigo clave que vio cuando Cristian Muñoz apuñaló a Alvarado y arrojó el cuchillo a la calle y dijo que ambos salieron escapando.
En el extracto de filiación del condenado se consignan diversas condenas, algunas prescritas, por robo con intimidación, lesiones graves y menos graves; también registra condena por tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias psicotrópicas, hurto simple y hurto falta.
Para los jueces este documento “carece de relevancia ya que ninguna incidencia tiene en relación a la determinación y cumplimiento de la pena a aplicar en este juicio”.