
Destacable es también el equipo de trabajo que se ha formado para la pista. Muchos de ellos se incorporan ahora a trabajar y otros son los históricos obreros del automovilismo que habían sido exiliados por la pésima actitud de la directiva anterior, y regresaron con el cambio de directorio. Se nota el cambio de actitud, ahora hay más buena onda, la información fluye con mucha rapidez y los resultados se notan en la pista.
En lo deportivo, probablemente lo más destacable sea la incorporación de nuevos autos a la categoría Chevette, que finalizó el torneo anterior en medio de una profunda crisis que obligó a la intervención de los “viejos estandartes” de la serie para revitalizarla. También hay nuevas incorporaciones de nombres en la categoría.
Donde hay un problema serio de parque es en la TR 4.000. Hace tres semanas se juntaron 21 Turismo Carretera, pero la jornada dominical sólo vio llegar cuatro autos “grandes” al recinto del kilómetro 25 norte. A los espectadores les gusta la serie, pero deben esforzarse en sacar los autos que están guardados.
De todas formas, en lo deportivo hay buenas actuaciones, lo que hace abrigar esperanzas de que el torneo se “prenda”. Por otro lado, hay personas interesadas en mejorar la difusión y promoción de las competencias para mejorar la asistencia de público. En el mismo sentido, es que se está trabajando para poder rescatar los autos de la TC 1.300 para poder hacer una cerrera promocional inmersa en la fecha del 30 de enero. Todo el trabajo orientado a mejorar el automovilismo en Cabo Negro, que según se puede apreciar en el ranking extraoficial (ver cuadro), comienza a tomar forma y a marcar las primeras tendencias.