Contrariamente a lo que está ocurriendo en la actualidad con las relaciones entre el ministro de Educación, Joaquín Lavín y el presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, hace dos meses ambos se abrazaban sonrientes por la nueva normativa que se incluyó en la ley para sancionar a los alumnos que agredan a los docentes.
En Punta Arenas se han presentado casos graves de maltrato hacia los maestros, quienes han recurrido a hacer uso de licencia médica para recuperarse física y sicológicamente de los actos violentos.
Para detener estos hechos es que el nuevo documento señaló que se sancionará a los alumnos de manera gradual, según se vayan efectuando los actos violentos.
“Hay toda una escala que va desde amonestación, llamar al alumno, llamar al apoderado, hasta suspensión de clases, no renovación de matrícula y expulsión inmediata. La sanción específica a aplicar, va a corresponder a los consejos escolares, según lo establece el proyecto de ley”, explicó Lavín en el Día del Profesor, celebrado en octubre.
Según los antecedentes del gremio, se producen un promedio de dos agresiones a la semana, una cifra que se incrementó durante el último tiempo.
A nivel local no se han dado a conocer nuevos casos, sin embargo, aún es un tema tabú que los afectados prefieren mantener en reserva, al igual que algunos directores.