“No merecía morir así”, dijo sobrina de Sebastián Álvarez

General
14/12/2010 a las 08:02
“Queremos justicia, es lo único que pedimos como familia”, declaró una de las sobrinas del asesinado obrero Sebastián Álvarez Díaz, al término de la jornada matinal del primer día de juicio oral por el llamado “crimen de Viernes Santo”. Los acusados de este horrendo crimen son Alejandro Arturo Saldía Ojeda y Patricio Eduardo Chadicadi Barría, quienes de comprobarse la autoría que les imputa el fiscal Eugenio Campos arriesgan 30 años de cárcel cada uno. Están sindicados de ingresar el viernes 2 de abril a la casa de la víctima, en calle Manuel Rengifo Nº 1912, población Camilo Henríquez, y luego de compartir un rato con Álvarez de llevarlo a una habitación posterior, donde le ataron las manos con un cable eléctrico que luego pasaron por el cinturón de la víctima. Posteriormente, lo degollaron, le robaron algunas especies, como dinero y unas botas, y antes de retirarse le prendieron fuego a la casa para borrar toda evidencia. Estos son los antecedentes que el fiscal Campos busca probar en este juicio, valiéndose de la declaración de 45 personas, entre ellos 7 peritos.
Inocente
Al comienzo del juicio Saldía no quiso declarar, prefirió guardar silencio porque de lo contrario sería interrogado por el fiscal, el abogado querellante, Juan José Arcos y los defensores Guillermo Ibacache y su propio abogado Leonardo Vallejos.
Distinta fue la postura de Chadicadi, quien a toda costa busca probar su inocencia y dejar por establecido que Saldía sería el autor del crimen y por eso quiso declarar. Por lo mismo, en una parte del relato admitió que ambos no pueden estar juntos en la cárcel. En los alegatos de apertura, Ibacache pidió la absolución de su cliente asegurando que Chadicadi no tiene ninguna relación con el crimen y es lo que espera probar.
Sobrina
Uno de los momentos fuertes del primer día de juicio lo marcó la declaración del jefe de Labocar, capitán Mario Ulloa Iturra, al detallar el peritaje que le correspondió realizar. Antes de mostrar las fotos el presidente de sala, magistrado Gonzalo Rojas, sugirió a los familiares de la víctima abandonar la sala por el contenido de las proyecciones. Durante la exhibición de las primeras imágenes la sobrina, Evelyn Parra, salió llorando. Impactó ver el cuerpo calcinado de Sebastián Álvarez, con las manos atadas, graficando la crueldad y ensañamiento del crimen.
“No merecía morir así”, declaró angustiada a Diario el Pingüino Evelyn Parra. Por eso reafirmó que “solamente queremos justicia, es lo único que pedimos”. Luego de una breve pausa y reflexión dijo: “tienen que pagar por lo que hicieron”.
Parra recordó que Álvarez era su tío y a la vez padrino de su hijo quien, por todo el afecto y cariño que le tenía, le decía hasta “papá”. Admitió que tuvo que salir de la sala porque “fue demasiado fuerte verlo así, todo quemado”. “Estos tipos son unos desgraciados”, indicó al describir a los acusados.
El juicio continuará esta tarde, a las 14 horas, por el paro al que se sumaron los funcionarios judiciales.

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