Con dos días de audiencias, la declaración de 13 personas, la incorporación de seis documentos y una decena de otros medios de prueba, el juicio oral por el crimen del trabajador Sebastián Álvarez Díaz entró en una etapa crucial. Ayer en la tarde declararon dos suplementeros, tras un separador de ambientes, prueba que para el fiscal Eugenio Campos y el abogado querellante, Juan José Arcos, era fundamental para probar la participación de los acusados Alejandro Saldía Ojeda y Patricio Chadicadi Barría, en el homicidio cometido el viernes 2 de abril de 2010, en Semana Santa.
Campos tiene la responsabilidad de probar la participación de los acusados en el horrendo crimen. Por eso hay 40 personas citadas a declarar, entre testigos y peritos. En este juicio debe quedar claro quién amarró con un cable eléctrico a Sebastián Álvarez y luego lo degolló, para robarle algunas especies, y más tarde incendió la casa de calle Manuel Rengifo Nº 1912, para borrar toda evidencia.
La víctima apareció quemada en una habitación posterior que, según la hermana, que ayer declaró en el juicio, Betty Álvarez Díaz, rara vez ocupaba. Esto lo ratificó un amigo que en la víspera del crimen compartió con Sebastián Álvarez.
Jorge Arcos Ovalle dijo que ambos estuvieron bebiendo hasta las dos de la madrugada y que luego se retiró, pero mencionó un antecedente importante, al señalar que su amigo tenía una reja en la casa, que no cualquiera podía ingresar porque había un perro y que ese día bebieron en el living. Aportó que el dormitorio donde apareció muerto su amigo nunca lo ocupaba porque era para las visitas. Esta versión corroboraría la tesis de que la víctima fue amarrada y llevada a la pieza del fondo, para que sus gritos de auxilio no se escucharan.
En la acusación, el fiscal Campos sostiene el traslado de la víctima a ese dormitorio, “para luego de ello, ambos imputados, proceder a ejercer violencia y malos tratos, donde procedieron a amarrar fuertemente las manos de Álvarez Díaz”. El cable eléctrico utilizado lo pasaron por el cinturón de la víctima y con un elemento contundente, tipo cuchillo, le cortaron el cuello. Luego, Saldía y Chadicadi prendieron fuego a la casa, dejando a la víctima al interior y se dieron a la fuga.
Pruebas
Varios son los peritos y testigos que han prestado declaración. El facultativo del Servicio Médico Legal (SML), Javier Muñoz, estableció que la causa de muerte de Álvarez fue el corte en el cuello y la herida se la propinaron de pie o en cuclillas. Además, como la laringe no tenía monóxido de carbono, la muerte fue antes del incendio.
El perito de Bomberos, Humberto Ulloa, identificó dos sitios de inicio del fuego. Uno en el dormitorio de la casa, donde fue encontrada la víctima y al lado de una estufa, en el living.
Testigos claves
El abogado querellante, Juan José Arcos, dijo que el testimonio de los dos suplementeros que ayer prestaron declaración, Bartolomé y Hugo, es crucial para establecer la participación de Saldía y Chadicadi, porque ambos reconocieron sus rostros cuando aparecieron en la portada del Diario El Pingüino (4 de abril de 2010).
Bartolomé declaró que entre sus clientes tiene a un carabinero y que ese día, cuando le fue a entregar el diario, le comentó que las personas que aparecían en la foto las había visto el día del crimen. La policía le tomó declaración y luego fueron donde Hugo, dueño de un kiosco, que ayer confirmó lo mismo. “Las personas que aparecen en El Pingüino yo las vi ese día”, ratificó en el juicio.
“Por eso decimos que para nosotros estas personas son testigos claves, porque no tienen ninguna relación entre ellos y el día de los hechos estaban trabajando como suplementeros. Luego ven a las dos personas formalizadas en la foto del diario y los identifican”, señaló Arcos.
El juicio entra hoy a su tercer día y, según algunas estimaciones, podría terminar mañana.