Este año la Prueba de Selección Universitaria (PSU), que se realizó a comienzos de la semana pasada, tuvo el record de inscritos, llegando a registrar 289.181 personas interesadas en desarrollar el examen, de ellos, 2.400 fueron de Magallanes. Los responsables del proceso debieron calcular la logística necesaria para cubrir todos los aspectos requeridos en base a esa totalidad de gente, por lo que la alta ausencia registrada hizo que gran parte de ese trabajo fuera en vano y recursos quedaran sin utilizar.
En Magallanes, el ausentismo a las pruebas obligatorias de Lenguaje y Matemática llegó al 17%, mientras que las optativas de Ciencias e Historia y Geografía, se empinó al 20%. En tanto, a nivel nacional se promedió un 12% de inasistentes en el global de las evaluaciones, lo que se tradujo en una pérdida de $ 700 millones para el gobierno.
Este año, la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) otorgó más de 600 becas para que los alumnos de establecimientos municipales y particulares subvencionados pudieran acceder a desarrollar la prueba sin pagar, no obstante, esto habría generado la solicitud del beneficio por parte de jóvenes que nunca tuvieron la intención de rendir el test, provocando la pérdida económica.
El seremi de Educación, Raúl Muñoz, lamentó la cifra de jóvenes que no llegaron a realizar la evaluación, por el derroche de dinero que podría haber sido utilizado para otros fines que igualmente favorecieran a los jóvenes, y porque a pesar de que algunos institutos no exigen la PSU rendida, siempre es bueno medir el nivel de conocimiento que cada uno tiene. A su vez, algunos empleos exigen haber realizado el examen.
“Ese dinero que no se utilizó es de todos los chilenos, se pudo haber destinado para otro tipo de apoyo o proyectos, por eso los alumnos tienen que ser responsables cuando se comprometen a rendir la PSU”, enfatizó el docente.
Añadió que cada vez más empleos estipulan como requisito que los interesados hayan rendido la PSU, por lo que los jóvenes que no se presentaron para responder el test, perdieron la posibilidad de enriquecer su currículum.
“Esta era una beca y como tal significa beneficios para los seleccionados. Así como algunos dieron la PSU de manera responsable y otros lo hicieron para saber en qué nivel están; otros perdieron una oportunidad que no se va a volver a repetir”, afirmó el seremi.
Para los próximos años, la autoridad espera que los profesores puedan asesorar a los alumnos que solicitan la beca, para que efectivamente lleguen a rendir la prueba y evitar repetir las perdidas millonarios que hubo en esta versión del examen.