
Si bien el administrador Municipal, David Pérez, confirmó que la construcción está siendo reparada, los trabajadores afirman que los arreglos no son suficientes y que el problema es que el edificio no está hecho para que se instalen oficinas. “Es un pasillo largo y angosto”, describió un empleado que prefirió mantener en reserva su nombre.
En estas dos semanas que les quedan de plazo para cumplir con la instrucción del edil, la sección de abastecimiento debe cambiarse, sin embargo, los trabajadores afirman que sólo hay un baño en el recinto que se les asignó, a pesar de que se desempeñan en el área hombres y mujeres.
La situación sería peor aún para quienes trabajan en el área de Recursos Humanos, ya que deberán instalarse en el entre piso, donde funcionan las calderas. “Para nadie es agradable trabajar en un entre piso y con las calderas al lado”, agregó el mismo empleado.
Evitable
Cuando el alcalde Mimcia planteó la idea de cambiar a las personas de dicha dirección, los propios trabajadores le manifestaron al jefe comunal que existía otro recinto que también estaba disponible y que presentaba mejores condiciones que el de calle Roca, que era el promovido por el edil.
Incluso, la empresa de gestión inmobiliaria a cargo le hizo llegar una carta al entonces director de Administración y Finanzas, Claudio Oyarzo, para expresarle la disponibilidad del inmueble ubicado en calle José Menéndez 900, esquina Lautaro Navarro, la que tenía entrega inmediata y sin la necesidad de invertir en arreglos, como sí lo necesitaba el alquiler que concretó el alcalde.
El motivo que alude Pérez en una carta donde le respondió a las funcionarios, de parte de Mimica, los motivos del cambio, señaló que el objetivo era acercar la dirección a las áreas de Tesorería y Rentas y Patentes.
Los trabajadores que aún no se cambian, están evaluando la posibilidad de negarse a la instrucción, puesto que afirman que no están las condiciones mínimas dadas para aquello.