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La casa donde fue conducida la niña pertenece a Lidia del Carmen Pinda Pinda. Ella le negó que su hija estuviera en el interior, mientras hacía gestos con sus brazos, que a juicio de la madre eran señales para que su hija no se dejara ver.
“Yo vi a mi hija por la ventana, estaba adentro, y cuando me abrió la puerta esta mujer hacía señas para que se fuera adentro”, dijo aún alterada.
Al ver la situación, la mujer ingresó a la fuerza al domicilio donde halló efectivamente a la menor, tomándola en brazos y sacándola del lugar, no sin antes, tener que propinarle un golpe a Pinda en el rostro, para defenderse de un ataque con un fierro.
Una vez en su hogar, y al constatar el estado de la pequeña, llamó a Carabineros, quienes en un amplio operativo encabezado por el Cuadrante Cinco, se hicieron presente en el sitio. Ingresaron a la casa donde había permanecido la menor, encontrando a tres personas: a Lidia Pinda; a Anselmo Daniel Pérez Barrientos, de 43 años y Jorge Delgado Hernández de 55 años, a quien, posteriormente, la menor reconocería como quien la llevó hasta la casa.
Las tres personas detenidas fueron trasladadas hasta el hospital clínico a constatar lesiones, al igual que la menor sustraída, a la cual sólo se le constataron lesiones en el cuello y rostro. En tanto que las personas detenidas se encontraban en manifiesto estado de ebriedad.
Finalmente la familia se dirigió hasta la 1ª Comisaria de Carabineros a interponer la denuncia por sustracción de menores y los tres inculpados quedaron a disposición de la fiscalía local. Al respecto, el padre de la menor (C.CH de 25 años) dijo, “estamos tranquilos, lo bueno es que no le hicieron nada más a nuestra hija y seguiremos todos los pasos legales para que estos tipos no queden impunes”.