
Esta decisión fue adoptada por el directorio de los sindicatos Magallanes, Aconcagua y Biobío, quienes coordinaron esta medida, porque “creemos que el gas tiene que ser primero para la gente y después para privados, por lo que haremos lo que tenemos que hacer”, enfatizó.
Según la planificación que realizaron los trabajadores, entre hoy y mañana se debería comenzar a tomar las medidas para “cerrar la llave” a la canadiense, con el objetivo de que el lunes no se traspase ningún metro cúbico de gas.
La firma extranjera recibe diariamente más de 1.600.000 metros cúbicos de gas por parte de ENAP, hidrocarburo que es transformado a metanol y, posteriormente, vendido para ser utilizado como combustible de aviones.
No obstante, el consumo domiciliario llega a los 700 mil metros cúbicos, prácticamente la mitad, por lo que los sindicatos quisieron darle prioridad a los hogares de la región y dejar como reserva lo que se le otorga a Methanex.
Horas después de que los trabajadores anunciaran la medida, ENAP emitió un comunicado de prensa asegurando que la distribución del gas se realizará de forma normal, tanto para los domicilios como para el ámbito industrial.
Con el resultado negativo de la mesa de diálogo, habrá que ver qué ocurrirá este fin de semana; si efectivamente los trabajadores logran cortar el suministro a la compañía canadiense, o si la plana ejecutiva obliga a los empleados a mantener el funcionamiento de las plantas de manera normal.