La decisión del gobierno de aumentar la tarifa en el precio del gas para Magallanes, no sólo le traerá graves consecuencias políticas entre la comunidad, sino que también respecto del apoyo que podrían entregar los parlamentarios independientes en el Congreso a los proyectos que impulse el oficialismo. Fue el propio ex senador de Renovación Nacional y ahora ministro de Defensa (RN), Andrés Allamand, en una entrevista a un medio de comunicación nacional, quien reconoció la importancia de los votos del senador Carlos Bianchi y el diputado Miodrag Marinovic en sus respectivas cámaras, criticando que ese aspecto tampoco fuera considerado por las autoridades centrales antes de dar a conocer el alza.
Y no pasará mucho tiempo para ver cómo afectó la medida del reajuste en el combustible, en la postura de ambos representantes, pues durante los próximos días el Senado deberá votar la Reforma Educacional, que necesita rapidez en su aprobación, puesto que en febrero el parlamento no sesiona y el documento debe estar rigiendo en marzo, cuando se inicie el año escolar.
Fue el propio Bianchi quien manifestó que por la tozudez del gobierno en el tema del reajuste del gas, tan sensible para Magallanes, no tenía la más mínima intención de apoyar al Ejecutivo en sus propuestas. Anuncio que es otro duro golpe para la administración central, y que deja pendiendo de un hilo el éxito del manejo de la agenda legislativa y el posicionamiento de temas por parte del gobierno ante la ciudadanía.
A su vez, en la Cámara de Diputados el oficialismo tiene una mayoría muy pequeña, por lo que debe conquistar cada voto de quienes no pertenecen a la oposición, como Marinovic, quien podría inclinar las votaciones más estrechas e importantes. Sin embargo, el magallánico será el encargado de interpelar al ex ministro de Energía, Ricardo Raineri y, también, manifestó su rechazo a un posible apoyo a los proyectos del gobierno, después de lo ocurrido en Magallanes.
Con esto, el Ejecutivo demuestra que no existió ningún manejo político sobre las consecuencias que podía generar un reajuste, que nunca se pensó que la ciudadanía iba a responder y organizarse de la forma que lo hizo y que no se miró al parlamento para evaluar qué significaría perder dos sufragios, cuando no existe holgura en los escaños.
Habrá que ver con el tiempo cómo el Ejecutivo apuesta a reconquistar a Magallanes, un desafío que puede que no logre en años.