Terminado el paro regional hace tres días, comienza el período de los balances. En este sentido, evaluaciones y mea culpa rellenan el espacio de reflexión de las partes involucradas en el llamado “Conflicto por el gas en Magallanes”. De a poco inician el período de ajuste para retomar la normalidad anterior al anuncio por el incremento en la tarifa del hidrocarburo en un 16,8%, aunque sentado ya el precedente de haberse instalado en la zona un movimiento social que consiguió doblarle la mano al Gobierno, hecho que, a juicio de los representantes de la sociedad civil y organizadores de la ACM se generó por la pésima representación que ejerció el Gobierno Regional (GORE) ante la masiva demanda ciudadana.
El hecho concreto es que Magallanes se fortaleció y mira de cara al mundo entero y al resto país posicionado como región respetuosa del componente cívico. Más que demandas concretas, entonces, el sentir de quienes dieron impulso al movimiento es haber logrado ese objetivo.
“La comunidad se fortaleció como nunca, ganamos el posicionamiento de Magallanes que fue atendido en sus demandas debidamente por las autoridades nacionales, porque es impensable e impresentable que siendo parte de Chile nos sintamos de repente, más cerca de los argentinos que de Santiago”, expresó el vocero de la ACM, José Hernández, quien representa dentro de la agrupación al Sindicato de Interempresas de Tripulantes de Naves Especiales, en el cual lleva ejerciendo de dirigente social desde 1990.
Este dejo político de la administración central, a su juicio, es el que ha causado un divorcio con las autoridades gubernamentales a nivel regional, en donde ellos habían depositado la esperanza, luego de que el Presidente Sebastián Piñera, saliera electo con una de las primeras mayorías de todo el país, pero que terminó por echar por tierra el “desinterés y abandono de este Ejecutivo.
Ante esta situación, Hernández fue enfático e insistió en que el error se pudo haber evitado. “Si la intendenta hubiera tenido la capacidad de escucharnos y sentarse a conversar con nosotros, el 3% lo podríamos haber pasado sin ningún problema, incluso se podría haber evitado muchos problemas de los que sucedió, pero la actitud que tuvo de ser firme en su postura lo sentimos como una imposición que no íbamos a aceptar”, dijo.
No obstante, el problema principal para la Asamblea no fue la figura de la intendenta Liliana Kusanovic en sí, sino la de sus asesores, Miguel Schweitzer, seremi de Gobierno y José Miguel Cruz, jefe de Gabinete, en quienes vieron los verdaderos cabecillas del apoyo irrestricto a las medidas del Mandatario. “Ellos dos buscan como minarnos el campo para que nos quebremos y depongamos la lucha, tal vez la intendenta no lo quiera así y esté disponible, pero esos señores son los que la frenan a tener más sensibilidad con la gente magallánica, porque precisamente no son de la zona”, acusó el dirigente.
Fue así como confesó, que le hizo la solicitud exclusiva al biministro, Laurence Golborne, antes de la firma del convenio de que si el Gobierno quería tener mayor presencia en la región debía colocar gente que estuviera en sintonía con la comunidad, porque de los contrario el divorcio con la ciudadanía se iba a acentuar cada vez más.
Reacción de Schweitzer
Por la otra vereda, en tanto, se comienza a trabajar en el proceso de mea culpa y el reconocimiento del grave error que le costó la antipatía a las máximas autoridades regionales con la sociedad civil.
“Cuando hay un error obviamente es responsabilidad del Gabinete también, porque en el GORE somos un equipo compenetrado y unido, en esa línea a nosotros como asesores nos cabe la misma responsabilidad que los demás integrantes”, declaró ayer Schweitzer.
De esta forma, admitió falta de mirada política en el conflicto y carencia de salidas comunicacionales certeras , pero insistió en que el “fondo” del asunto, que en definitiva es la preocupación por el futuro energético que tiene la nueva administración por la región, sigue siendo de mayor importancia que la forma de comunicarlo que es netamente técnica, pero que se trabajará mayormente, de aquí, en adelante, por entrar más en las sensaciones de la gente magallánica.