
Es la sensación que se lleva, por lo menos, José Hernández, uno de los integrantes más antiguos de la Asamblea Ciudadana de Magallanes (ACM), que por estos días se ha dado el poco tiempo que ha transcurrido luego del término del conflicto, para reflexionar y sacar los balances de esta movilización que hizo historia.
- ¿Cuáles son las primeras conclusiones que saca de todo esto?
“Alegría, satisfacción por la reacción de la ciudadanía a lo que ellos mismos demandaban, nosotros nada más fuimos quienes llevamos sus inquietudes a las autoridades y luchamos para que fueran escuchadas, cosa que nos costó, pero lo logramos, pese a que teníamos un desgobierno en la región”.
- ¿Se refiere a la intendenta?
“Claro. Ella no fue capaz de representar a la ciudadanía, pero no porque no quería o no se le ocurriera, sino por la gente que la asesora, el señor (Miguel) Schweitzer y (José Miguel) Cruz que nos hicieron un enorme daño por no ponerse desde un principio la camiseta por Magallanes y ocupar solamente criterios economicistas y de carácter muy técnico para tratar con la gente, lo que lamentablemente la intendenta igual creía así, después de recibir esa asesoría”.
- Sin embargo, aceptaron que otros actores intercedieran por ustedes, como los alcaldes o parlamentarios, ¿no es así?
“Ese fue el error que cometimos cuando comenzaron las negociaciones, no así antes, que todos eran bien recibidos, haber aceptado que el obispo, como facilitador, nos coloque a los parlamentarios, a los concejales, alcaldes, etc. Cuando sabíamos que habían manifestado una postura distinta a la nuestra, entonces coloca después a la CPC, a AGIA y una cantidad enorme de gente. Nosotros ahí debiésemos haber parado el cuento, decirle ¿sabe qué? la ACM somos mandatados para negociar y cuando a ustedes los necesitemos en la parte técnica les vamos a pedir su opinión, no lo hicimos y aceptamos y de ahí empezaron los problemas”.
- Problemas que hizo caer la mesa en varias oportunidades...
“Se cayó la mesa dos veces por el protagonismo que vino, que si arreglamos esto yo me lleno de gloria, los que están pensando ser candidatos a alcalde, a diputado o a senador dijeron aquí está mi posicionamiento y a estos ‘lesos’ los vamos a aprovechar y una vez más vamos a ser las estrellas y estos nos sirvieron de bastión para llegar donde queremos, lo percibimos de todos lados, eso fue así”.
- ¿Pero el punto álgido lo pusieron los alcaldes?
“Va a llegar un momento que voy a estar dispuesto a dar nombres y apellidos, porque a mí me entraron muchas presiones que en lo personal me afectaron gravemente en la parte moral y eso está ahí. Nos quisieron echar abajo un procedimiento que llevábamos a cabo, por una competencia política desmedida”.
- Entonces, ¿ese fue el punto crítico?
“Nos complicó de sobremanera, porque se trató de quitar el piso a nuestro movimiento que ya había sido legitimado, sumado a que la propuesta nuestra ya se la había llevado bajo el brazo el Gobierno, la de 0% hasta 2 mil m3 y eso dejó todo estancado”.
- ¿Qué los hizo ceder finalmente entonces?
“La buena disposición del ministro que venía a cortar el pastel acogiendo nuestra propuesta, que con el subsecretario no sucedía”.
- ¿Qué opina de que en otras regiones se esté tratando de replicar el movimiento?
“Nunca pensamos que seríamos un referente nacional y nos da mucho orgullo, aunque hacemos un llamado a que todo lo que se haga sea con prudencia, porque las realidades son distintas y se debe tener mucha seriedad al respecto. No es fácil”.